Los enfrentamientos empezaron el jueves en la localidad de Kasuwan Magani y, hasta la fecha, 22 personas han sido detenidas, indicó el comisario de la Policía de Kaduna Ahmad Abdur-Rahman, citado hoy por el diario local Daily Trust.
Según testigos, los disturbios estallaron después de que un joven fuera sorprendido robando en el mercado y le dieran una paliza, lo que provocó que jóvenes de la misma confesión religiosa del ladrón acudieran en su defensa.
Los altercados, en los que también se incendiaron viviendas, obligaron al gobernador de Kaduna, Nasir el-Rufai, a imponer un toque de queda de 24 horas.
El presidente de Nigeria, el musulmán Muhammadu Buhari, condenó los enfrentamientos, subrayó que “ninguna cultura y religión apoya el desprecio por la santidad de la vida” y agregó que “la violencia no puede ser una alternativa a la paz”.
La tensión religiosa es frecuente en Kaduna, donde cristianos y musulmanes tienen una fuerte presencia, a diferencia de la mayoría de estados en el norte de Nigeria, donde predomina la población que profesa el islam, mientras el cristianismo es mayoritario en el sur.
El pasado febrero, al menos 12 personas murieron y 18 fueron detenidas en Kaduna por choques entre cristianos y musulmanes, debido a que una chica cristiana prometida a un musulmán iba a convertirse al islam, lo que provocó el enojo de jóvenes cristianos. Miles de personas fueron asesinadas en la región después de que la mayoría de estados del norte impusieran la sharía (ley islámica) en 1999, tras décadas de dictadura militar en Nigeria, el país más poblado de África, con cerca de 200 millones de personas.