Los 15 heridos son miembros del Ejército Nacional Afgano (ANA, en inglés) de la base aérea de Shorab, en la provincia de Helmand, que fue atacada desde el jueves hasta que ayer las Fuerzas de Seguridad repelieron a los insurgentes, dijo el portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak.
Las víctimas entre los atacantes fueron retiradas del lugar por los talibanes, por lo que se desconoce su número exacto, aunque dejaron veinte cadáveres sobre el terreno, aseguró el portavoz. Zwak afirmó que varios barracones del perímetro de las instalaciones militares fueron destruidos, además de vehículos y equipamiento del Ejército. “De los quince suicidas con bombas que entraron en la base, seis detonaron los explosivos en las primeras horas del ataque y el resto fueron muertos por las Fuerzas de Seguridad”, añadió.
El portavoz adjunto del Ministerio de Defensa, el general Dawlat Waziri, confirmó que los insurgentes lograron entrar en las instalaciones y dos barracones fueron incendiados. Los talibanes reclamaron la autoría del ataque y su portavoz, Yusuf Ahmadi, manifestó en Twitter que también consiguieron destruir aviones. La base, conocida como Campo Bastión por las tropas internacionales, fue construida por los británicos y utilizada desde 2005 por la misión de la OTAN (ISAF) hasta su traspaso en octubre al Ejército afgano.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más violentas después de que el año pasado las fuerzas afganas se hicieran responsables de la seguridad tras la retirada paulatina de la misión de la OTAN, la ISAF, que culminará el 31 de diciembre de 2014. No obstante, Estados Unidos prevé mantener unos 9.800 soldados hasta el 2024 y la OTAN entre 3.000 y 4.000 militares con un nuevo rol a partir de 2015 de asesoramiento y equipamiento de tropas locales, frente a los alrededor de 130.000 que había en 2012.