El portavoz del Ministerio de Seguridad Interna de Somalia, Abdulasis Ali Hildhiban, precisó a Efe que el número de fallecidos asciende a 18 y agregó que el Gobierno ha convocado una reunión de urgencia para analizar el ataque.
Anteriormente, el miembro del dispositivo de atención médica Mohamed Abshir había informado a Efe de que había 7 muertos y 13 heridos, aunque advertía de que podían aumentar esas cifras porque los servicios de emergencia aún estaban rescatando víctimas.
El grupo yihadista Al Shabab se atribuyó la autoría del atentado al señalar que su objetivo era una reunión que se celebraba en el hotel Wehliye, indicó la emisora de radio local Garowe. El ataque tuvo lugar en la concurrida calle Makka Al Mukarama, donde abundan las oficinas gubernamentales, los hoteles y los restaurantes.
Según los medios locales, la mayoría de las víctimas son vendedores ambulantes y peatones que se encontraban cerca del Wehliye en el momento de la explosión.
Somalia, que soporta atentados frecuentes de Al Shabab, sufrió el pasado octubre el peor de su historia: un ataque con camiones bomba que dejó en total 512 muertos en Mogadiscio. Según analistas locales, los problemas internos del Gobierno y su distanciamiento con la cúpula del Ejército han permitido a los yihadistas recuperar su capacidad de atentar a gran escala.
La organización terrorista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país, y aspira a instaurar en Somalia un Estado islámico de corte wahabí.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.