La ejecución quedó grabada en un vídeo que empezó a circular en redes sociales este martes y que muestra a hombres con uniformes similares a los que visten algunas unidades del Ejército camerunés. Esos individuos obligan a dos mujeres con dos niños a arrodillarse y, una vez en el suelo, los matan a sangre fría por la espalda.
Los uniformados, que hablan francés, se refieren a las víctimas como “BH” (siglas de Boko Haram) y dicen haberlas capturado durante un ataque contra los yihadistas.
En un comunicado emitido a última hora del miércoles, el portavoz del Gobierno camerunés, Issa Tchiroma Bakary, tildó la grabación de “falsificación horrorosa” y “noticia falsa” que busca desacreditar al Ejército en su lucha contra Boko Haram. Con todo, agregó el portavoz, el presidente camerunés, Paul Biya, “ha ordenado la apertura de una investigación, de acuerdo con las prácticas relevantes”, sobre el vídeo.
Sin embargo, AI aseguró tener “pruebas creíbles” de que personal del Ejército es “responsable de las ejecuciones extrajudiciales” captadas en el vídeo.
“Un análisis exhaustivo de las armas, el diálogo y los uniformes que aparecen en el vídeo, junto a técnicas de verificación digital y testimonios tomados sobre el terreno, sugieren de manera contundente que los autores de los ejecuciones son soldados cameruneses”, afirmó Amnistía en un comunicado. “Aunque todos los elementos analizados hasta el momento por Amnistía Internacional sugieren de manera contundente la autenticidad del vídeo, la fecha en la que se tomó sigue sin estar clara”, precisa la organización defensora de los derechos humanos.
Los expertos de AI creen que, por el paisaje, el vídeo se filmó en la zona de Mayo Tsanaga, en la región Extremo Norte de Camerún, donde hay una base militar. La subdirectora de Amnistía para África Occidental, Samira Daoud, subrayó que es “imperativo que se efectúe una investigación adecuada e imparcial y los responsable de estos actos abominables sean llevados ante la Justicia”.
Pese a que los crímenes y violaciones de derechos humanos por parte de Boko Haram son “despreciables”, añadió Daoud, “absolutamente nada justifica crímenes cometidos por algunos miembros de la Fuerzas Armadas”.
Camerún sufre en el extremo norte el azote del grupo yihadista nigeriano, que ha matado allí desde 2014 a unas 2.000 personas y ha secuestrado a otras 1.000, según datos del centro de pensamiento International Crisis Group (ICG). Boko Haram, cuyo nombre en lengua local significa “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña en la que han asesinado a más de 20.000 personas y han causado cerca cerca de dos millones de desplazados.