Así informó la agencia oficial iraní, IRNA.
En la apertura de una conferencia internacional sobre “Mujer y Despertar Islámico”, en Teherán, Ahmadineyad recalcó que “todos los movimientos revolucionarios deben ir contra del régimen sionista, que es la base de la arrogancia mundial (término que el régimen iraní utiliza para referirse a EE.UU. y sus aliados)”.
“La hegemonía estadounidense y el régimen sionista van a desaparecer”, vaticinó Ahmadineyad, quien indicó que una “justicia absoluta” para el mundo, procedente de Dios, “los va a reemplazar”.
La República Islámica de Irán no reconoce al Estado de Israel, al que denomina entidad sionista y cuya desaparición propugna. El pasado 1 de octubre, el líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, rechazó la existencia del Estado de Israel en el territorio de Palestina, en una conferencia en Teherán de apoyo a la “intifada” (levantamiento) palestina.
“Nuestra exigencia es libertad para Palestina, no para parte de Palestina”, dijo.
Al encuentro sobre “Mujer y Despertar Islámico” asisten también asesores de Jamenei, representantes de los poderosos consejos religiosos del régimen islámico y mandos de los Basij o voluntarios islámicos.
Él régimen islámico de Irán, que reprimió sangrientamente las protestas que siguieron a las denuncias de fraude en las últimas elecciones presidenciales del país, en 2009, ha apoyado, sin embargo, las revoluciones y levantamientos populares en los países árabes, tanto en Túnez como en Egipto, Libia, Yemen, Bahrein, Jordania y Arabia Saudí.
El sistema teocrático de Irán ha denominado “despertar islámico” a estos movimientos, que asegura que están inspirados en la revolución islámica iraní de 1979. Sin embargo, Teherán respalda al presidente Al Asad, su principal aliado árabe, y considera el levantamiento contra el régimen de Damasco obra de grupos terroristas promovidos por potencias extranjeras, en especial Estados Unidos y algunos países árabes.