El anuncio lo hizo el portavoz de la presidencia afgana, Sayed Zafar Hashemi, después de que varias fuentes oficiosas gubernamentales y rebeldes anunciaran la muerte del jefe talibán.
“Estamos investigando esas informaciones” y “nos pronunciaremos cuando se confirme la exactitud”, dijo Hashemi en una conferencia de prensa en Kabul.
Previamente, un alto responsable del gobierno afgano, que requirió el anonimato, dijo a la AFP que el mulá Omar había “muerto de una enfermedad hace dos años y había sido enterrado en el sur del país” , su región de origen.
La muerte fue confirmada al gobierno afgano por responsables de Pakistán, agregó la misma fuente.
“Según mis informaciones, murió”, declaró a la AFP un responsable talibán que requirió el anonimato, agregando que no conocía la fecha exacta ni las causas de la muerte.
Los rumores sobre la muerte del mulá Omar tienen lugar unas semanas después de un primer contacto oficial en vistas a conversaciones de paz entre el gobierno y la rebelión.
Si se confirmara, la muerte de Omar puede redistribuir las cartas en el campo talibán a pocos días de un segundo contacto entre los rebeldes y el gobierno.
Hasta ahora, los talibanes pusieron como condición a una eventual negociación de paz el retiro de Afganistán de todas las tropas extranjeras, que los expulsaron del poder a fines del 2001 y apoyan al gobierno prooccidental de Kabul.
Al mismo tiempo, los talibanes están divididos entre la nueva generación de comandantes que dirigen la guerra en el país y los anteriores mandos dirigentes refugiados en el exterior desde 2001.