Este incidente ocurre días después de la supuesta retirada de armas pesadas de la zona tapón, en virtud del acuerdo del 17 de septiembre entre Ankara, apoyo de los rebeldes, y Moscú, aliado del presidente Bashar Al Asad, para evitar el ataque del régimen contra Idlib.
“Se trata de la primera violación clara del acuerdo desde que se retiraron las armas pesadas. Esta zona debería estar libre de armas pesadas”, declaró el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
El 10 de octubre, declaró que “ningún arma pesada (de rebeldes o yihadistas) era visible en la zona tampón, prevista en los límites de la provincia de Idlib y en los sectores vecinos de las provincias de Alepo, Hama y Lataquia”.
Turquía y los insurgentes confirmaron la información. Pero el sábado por la noche, varios “cohetes fueron lanzados sobre una posición militar en Jurina, en el norte de (la provincia vecina) de Hama, matando a dos soldados”, indicó Abdel Rahman.
Disparos similares alcanzaron la provincia de Alepo desde otros sectores de la “zona desmilitarizada”, agregó, sin poder sin embargo precisar si los lanzamientos fueron efectuados por grupos rebeldes o yihadistas.
La organización Hayat Tahrir Al Sham (HTS) —dominada por la antigua rama siria de Al Qaeda— y otros grupos yihadistas controlan más de dos tercios de la futura zona desmilitarizada y el 60% de la provincia de Idlib.
Lo que queda de la provincia está en manos del Frente Nacional de Liberación (FNL), una coalición de rebeldes proAnkara.
Un corresponsal de la AFP en la provincia de Alepo confirmó los disparos de cohetes, los primeros desde el miércoles según él.
Y el diario sirio prorrégimen Al Watan también informó sobre los bombardeos, señalando este domingo que zonas del oeste de la provincia de Alepo habían sido alcanzadas por “cohetes de mortero o disparos de artillería pesada que deberían estar retirados de la zona”.
Según Abdel Rahman, en estos últimos días el régimen bombardeó de forma intermitente la zona tampón, pero el acuerdo ruso-turco no menciona la retirada de armas pesadas de las fuerzas gubernamentales, desplegadas en varios sectores de las provincias vecinas.
Este acuerdo parece tambalearse también porque prevé que de aquí al lunes se retiren los yihadistas de la zona en cuestión.
“No hemos observado ninguna retirada de combatientes yihadistas de los sectores que tienen que formar parte de la zona tampón”, afirmó este domingo el OSDH, que dispone de una amplia red de fuentes en Siria.
Un corresponsal de la AFP en Idlib también afirmó que ninguno de los grupos extremistas había procedido al movimiento de sus tropas en estos últimos días.
Según los expertos, este plazo del acuerdo es el más difícil de concretar.
En un reciente informe del centro de estudio Omran, con sede en Turquía, el especialista de Siria Nawar Oliver considera como última “prueba” el hecho de que HTS acepte el acuerdo.
Según él, si el HTS hace fracasar el acuerdo, se plantean dos hipótesis: “o Turquía y el FNL lanzan una ofensiva militar contra el HTS, o Rusia aprovecha la ocasión con el apoyo del régimen y sus aliados para entrar en Idlib”.
El presidente Bashar Al Asad, que a menudo ha expresado su intención de reconquistar el conjunto del territorio sirio, calificó el acuerdo ruso-turco de “temporal” y aseguró que Idlib y las regiones vecinas volverán pronto de nuevo a las manos del régimen.