Las investigaciones médicas llevadas a cabo en Berlín y también en Moscú sugieren “muy probablemente un caso de envenenamiento”, indicó Kai-Uwe Eckardt, el médico del hospital de la Caridad de Berlín, en una rueda de prensa.
La sustancia implicada sigue siendo desconocida y el hospital rehusó especular sobre las circunstancias de la intoxicación. “Desde luego no podemos decir nada sobre la manera en que la sustancia entró en su cuerpo, ése no es nuestro trabajo”, declaró el presidente del hospital, Karl Max Einhäupl.
“Está fuera de peligro”, añadió, aunque siga en cuidados intensivos. Explicó que está consciente y puede hablar. El activista de 30 años, que también tiene nacionalidad canadiense, había llegado en un estado calificado de “grave” a Berlín a bordo de un avión medicalizado en la noche del sábado al domingo, acompañado por miembros de su familia y procedente de un hospital de Moscú.
Su entorno denunció un intento de envenenamiento por haber entrado en el terreno de juego durante la final del Mundial de fútbol en Rusia. La hospitalización de Verzilov se produce cuando el caso Skripal sigue enfrentando a países occidentales y a Rusia. El gobierno británico acusa a dos personas, que presenta como agentes de los servicios de inteligencia rusos, de haber envenenado en marzo al ex espía ruso Serguéi Skripal y a su hija en Salisbury (Reino Unido). Rusia rechaza estas acusaciones.
Según Eckardt, “los síntomas que sufre pueden haber sido provocados por una increíble diversidad de sustancias”, entre ellas plantas o diversos tipos de drogas. La posibilidad de determinar la naturaleza de estas sustancias “no son muy elevadas”, admitió, ya que los análisis fueron realizados seis días después del envenenamiento.
El jefe del hospital excluyó además la posibilidad de una sobredosis provocada por el propio paciente. “Este tipo de sustancia es muy raro en los medios de la droga y no tenemos indicaciones de que Verzilov tuviera un problema con la droga”, afirmó. “Si alguien toma drogas en semejantes cantidades, sería únicamente con tendencia suicidas, y no tenemos ninguna indicación de que éste sea el caso”.
Piotr Verzilov enfermó en Moscú poco después de haber asistido a una audiencia judicial tras la reciente detención de dos simpatizantes de Pussy Riot.
Durante un tiempo estuvo en coma y perdió temporalmente la vista y el uso de la palabra. En Moscú fue internado en un departamento de toxicología. Su esposa, Nadeja Tolokónnikova, de la que está separado, denunció un intento de asesinato.
“Parto del principio de que ha sido víctima de un acto de intimidación, incluso de un intento de asesinato” por envenenamiento, declaró a Bild. La joven es uno de los miembros más conocidos de Pussy Riot, un grupo de punk rock feminista convertido en grupo contestatario en Rusia. Varios de sus miembros han sido condenados en el pasado por la justicia rusa.