La seguridad fue reforzada recientemente en la frontera terrestre y fluvial con Paraguay, considerada la principal puerta de entrada de mercancías y armas ilegales al gigante suramericano, uno de los veinte países más violentos del mundo, según diversas organizaciones internacionales.
Brasil ha implementado acciones como el Programa de Protección Integrada de Fronteras (PPIF), que coordina la actuación de diversos órganos de seguridad y fiscalización.
Desde el último día de abril, para reducir la acción de los contrabandistas y traficantes, entró una nueva fase de la Operación Muralla en el municipio de Sao Miguel de Iguaçu (Paraná, sur), en la que en mayo se incautó una tonelada de estupefacientes y se arrestó a nueve personas.
Las cifras son bajas en comparación con los números globales del tráfico ilegal en Brasil, pero según las autoridades obedece a que los contrabandistas y traficantes tienen redes en las que se advierte a través de mensajería instantánea sobre las acciones policiales y eso hace que muchos desistan de encarar a la Policía.
Además del operativo, que se realiza un poco más distante de los puntos fronterizos, ya en las carreteras con dirección a Sao Paulo, el más poblado y rico de los estados del país, se lleva a cabo paralelamente la Operación Frontera Integrada, con fiscales de la aduana, en el Puente de la Amistad, en Foz de Iguaçu.
“Es una operación centrada en las caravanas de autobuses que estaban formándose aquí en la región de la Triple Frontera. Hay expectativa de que pasan unos 100 autobuses por día de Paraguay a Brasil cargados con mercancías”, señaló a Efe el auditor fiscal de aduanas Flavio Bernardino de Carvalho.
De acuerdo con el fiscal, el valor de las mercancías transportadas oscila entre los 500.000 y 700.000 dólares, pero “puede ser que sea más que eso, si dentro de ellas, descaradamente, hay electrónicos y cosas de un mayor valor agregado”.
Los hoteles y posadas de la región son objeto también de múltiples redadas de la Policía y las márgenes del río Paraná son vigiladas por helicópteros del Ejército y lanchas de la Marina, pero por tratarse de una región frondosa muchos contrabandistas y traficantes cruzan la frontera a pie.
La actuación policial se extiende también al Aeropuerto Internacional de Foz do Iguaçu, en el que el sistema de rayos X funciona las 24 horas del día, diferente de otros terminales aéreos del país en el que ese control es parcial.
La bodega de la aduana en Foz de Iguaçu alberga en sus 8.600 metros cuadrados mercancías incautadas hasta mayo por un valor de 201 millones de reales (unos 54,3 millones de dólares).
Además de la acción policial, otro factor que ha reducido el comercio en la Triple Frontera ha sido la disparada del dólar, que en el cambio comercial alcanzó esta semana los 3,9 reales por cada unidad de la moneda estadounidense. En la década de los '90, por el Puente de la Amistad cruzaban diariamente cerca de 1.000 autobuses, una cantidad que por estos días se ha reducido a poco más de una centena por día.
El comerciante paraguayo Carlos Franco dijo a Efe que en Ciudad del Este la actividad comercial “está muy quieta, principalmente por el cambio dólar-real, que está subiendo paulatinamente y bastante en el momento y el otro factor que está afectando bastante es la operación de control del lado brasileño”.
Según Franco, el comercio en Paraguay ha caído un 60% frente al movimiento de “días normales” y sin la fuerte depreciación del real frente al dólar. Ante ese escenario, propiciado por la valorización del dólar, algunos comerciantes paraguayos han decidido “congelar” el precio de la divisa estadounidense para no perder más clientes y que los 300 dólares permitidos por persona para cruzar la frontera con exención de impuestos compensen el viaje de los turistas brasileños.