El ministro de Defensa surcoreano, Kim Kwan-jin, manifestó hoy que, teniendo en cuenta la gravedad del incidente producido hace dos semanas, impondrá castigos a estas autoridades y abrirá una investigación exhaustiva sobre los fallos en el sistema de seguridad y los informes posteriores.
Se trata del mayor castigo en el Ejército hasta la fecha en lo relativo a la seguridad fronteriza, indicó la agencia Yonhap, que sin embargo no reveló las sanciones que se impondrán ni la identidad de los militares que serán penalizados.
“ Reconozco que la deserción de los soldados de Corea del Norte muestra un fracaso en seguridad y fallos en el sistema de notificación de emergencia ” , dijo hoy el ministro Kim, en una rueda de prensa.
Un soldado de Corea del Norte desertó de su unidad a unos 50 kilómetros al norte de la frontera el pasado 29 de septiembre y llegó a un cuartel de vigilancia del Sur el 2 de octubre tras cruzar la Zona Desmilitarizada, una fortificada franja de 4 kilómetros que divide a Norte y Sur, según las autoridades militares surcoreanas.
Después de acceder a territorio del Sur, llamó a la puerta de un cuartel de vigilancia, donde le recibieron soldados del país vecino, a los que expresó su voluntad de desertar.
Las autoridades militares surcoreanas aseguraron inicialmente que el desertor había sido detectado por las cámaras de vigilancia y trasladado a un lugar seguro, pero una primera investigación demostró que se abrió paso entre las cercas de alambre de púas que dividen a las dos Coreas y llegó inadvertido al cuartel.
El caso ha generado fuertes críticas a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur por haber sido incapaces de advertir una intrusión fronteriza de Corea del Norte, -país considerado enemigo- y presuntamente haber tratado de encubrir los hechos.
Las deserciones a través de la zona desmilitarizada son muy poco frecuentes debido a la fuerte vigilancia existente en ambos lados, por lo que los refugiados del Norte, la mayoría civiles, suelen acceder al Sur a través de un tercer país tras huir a China.