El defensor Carlos Beraldi emitió un comunicado en el que afirmó que se le “impidió controlar” el operativo realizado el jueves pasado en la casa de la exmandataria en el barrio porteño de Recoleta, “violándose expresamente las disposiciones constitucionales” y “la ley dictada en consecuencia”.
También consideró que no se respetó lo que el Senado había dispuesto cuando autorizó por unanimidad -con el voto a favor de la misma Fernández- que se realizaran los allanamientos, un paso necesario al contar la legisladora con fueros parlamentarios.
“Todas estas ilegalidades ya fueron denunciadas ante la justicia penal competente, el Consejo de la Magistratura, el Colegio de Abogados y será puntualizada a cada uno de los jefes de bloque del Senado”, reveló Beraldi.
Asimismo, apuntó que el procedimiento realizado el viernes en el domicilio de la expresidenta en la sureña localidad de El Calafate “fue extendido en el tiempo de manera ilegal y deliberada con el inequívoco propósito de seguir generando estrépito y material para las tapas de diario del fin de semana”.
El abogado criticó que se filtraron a la prensa datos “absolutamente falsos” y negó que, como publicaron algunos medios locales, haya bóvedas, documentos u “objetos” que puedan tener una procedencia ilícita.
A su juicio, lo que el magistrado del caso, Claudio Bonadio, ordenó secuestrar no está relacionado con el objeto de la causa y, además, “son efectos que integran el ajuar del hogar, cuya incautación no tiene otro propósito que generar daño y humillación”.
Beraldi también denunció que las autoridades se llevaron documentación que guarda relación directa con el cargo de senadora que actualmente ejerce Fernández, lo que, según dijo, demuestra la “persecución política” a la que esta se encuentra sometida.
Además, apuntó que la empleada del hogar y dos familiares de Fernández ingresaron en el domicilio de Buenos Aires este sábado, dos días después del operativo, y cuando estaban limpiando el dormitorio de la exmandataria “sintieron mareos, fuerte picazón en la garganta y los ojos y dificultades para respirar”.
“Luego de efectuarse los controles médicos de rigor, se constató que las dolencias padecidas tienen como origen un tóxico de contacto, recomendándose evitar, por todos los medios, una nueva re exposición al mismo ambiente. Por esa razón mi representada decidió no regresar a ese departamento” , denunció. Para Beraldi, lo ocurrido “se suma a la saga de dos años y medio de hostigamientos y persecuciones” hacia la exmandataria propios de “una sociedad pre democrática, en la que los derechos y garantías ciudadanos, al menos de los opositores al gobierno actual, son directamente eliminados”.
Por su parte, el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, aseguró al canal Todo Noticias que los efectivos que participaron en los allanamientos no usaron “ningún tipo de químico” e insistió en que actuaron siempre en base a lo dispuesto por la Justicia.
La investigación de Bonadio ha dejado multitud de empresarios y exfuncionarios imputados, de los que alrededor de una quincena han declarado ya como “arrepentidos” , figura que otorga a los acusados beneficios penales si colaboran con la Justicia. El caso salió a la luz por los cuadernos que Oscar Centeno, un chófer del Ministerio de Planificación, en los que contaba cómo supuestamente llevaba bolsas con dólares de parte de empresarios a funcionarios, durante los gobiernos del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa, Fernández.