“Físicamente están bien, aunque algunos se han resfriado debido al frío en la mina. De hecho, a uno lo llevamos al hospital para que fuera revisado, lo más grave es la parte psicológica que les está pasando la cuenta”, dijo a Efe Addiel Jara portavoz de los trabajadores.
El dirigente también se mostró preocupado por el gas metano que se ha ido acumulando en el interior del yacimiento debido a que se apagaron los ventiladores que les permitía renovar el aire.
Jara afirmó que hasta ahora no ha existido ningún tipo de relación con la empresa dueña de la mina, la carbonífera SW Curanilahue S.A., perteneciente al empresario Rodrigo Danús.
“Hemos tratado de ubicar a estos señores para decirle en su propia cara lo sinvergüenzas y ladrones que son, que no nos han pagado ni sueldo ni cotizaciones (salud y seguridad social), que en definitiva nos deben más de 200 millones de pesos (unos 290 mil dólares)”, añadió el dirigente.
“Ellos (los empresarios) han desaparecido, andan arrancando y no hay caso que los puedan encontrar. A nosotros no están debiendo el mes de julio y agosto, porque estamos dispuesto a pelear porque nos paguen agosto. Sí o sí”, enfatizó.
Afirmó que viajaron a Santiago para conversar del problema con las autoridades nacionales “pero la respuesta fue que ellos no podían haber nada en contra de la empresa privada”.
“Nosotros creemos que sí podrían hacer algo ya que esta mina fue financiada por la Corporación de Fomento (Corfo), entonces el Estado tienen un grado de responsabilidad de lo que esta pasando ahora en Curanilahue” sostuvo.
La Corfo es una agencia del Gobierno de Chile, dependiente del Ministerio de Economía, a cargo de apoyar el emprendimiento, la innovación y la competitividad en el país.
Jara aseguró que van a esperar una respuesta hasta el viernes próximo “pero si es negativa, es obvio que vamos a seguir adelante con la medida de fuerza”.
“Si la gente que está abajo decide bajar cien metros más lo van a realizar. Ellos podrían llegar hasta los 1.100 metros de profundidad”, aseguró el dirigente de los mineros.
Explicó a Efe que la complicación a esa profundidad es que hay galerías muy antiguas, que no están ventiladas y que allí “podría pasar cualquier desgracia, especialmente por la acumulación del gas metano que es mortal”.
En tanto, Luis Chandía, presidente de los mineros, que pidió la intervención de la presidenta Michelle Bachelet en el conflicto, aseguró a la prensa que “preferimos salir muertos a que no nos paguen lo que nos deben”.