"En un espíritu de entendimiento mutuo y con el compromiso compartido de resolver el conflicto por medios pacíficos, representantes de la República Democrática del Congo y la AFC/M23 mantuvieron conversaciones de paz facilitadas por el Estado de Catar", afirmaron el Gobierno y la Alianza Río Congo (AFC, siglas en francés), que incluye al M23, en un comunicado conjunto emitido a última hora del miércoles.
"Tras un diálogo franco y constructivo, los representantes de la República Democrática del Congo y la AFC/M23 acordaron trabajar para concluir una tregua que contribuya a la efectividad del alto el fuego", subrayaron.
De "mutuo acuerdo", ambas partes reafirmaron su "compromiso con el cese inmediato de las hostilidades, el rechazo categórico a cualquier discurso de odio e intimidación, y hacen un llamamiento a todas las comunidades locales para que cumplan estos compromisos".
Asimismo, acordaron "cumplir los compromisos mencionados, lo que allanará el camino para un diálogo constructivo que restablezca una paz duradera" en la RDC.
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"Este diálogo -señalaron- abordará las causas profundas de la crisis actual, así como las modalidades para poner fin al conflicto" en el este del país.
Los representantes del Gobierno y la AFC/M23 se comprometieron a "respetar de inmediato estos compromisos durante las conversaciones y hasta su conclusión".
El comunicado se difundió después de que la emisora local Radio Okapi, promovida por la ONU, asegurase este miércoles que el M23, que cuenta con apoyo de la vecina Ruanda, abandonó las conversaciones el pasado martes por desacuerdos.
Se trata de las primeras conversaciones cara a cara entre ambas partes desde que se intensificó la ofensiva del M23 el pasado enero en el este de la RDC, donde el grupo conquistó numerosos territorios en las provincias vecinas de Kivu del Norte y Kivu del Sur, incluidas sus capitales.
El presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, y su homólogo de Ruanda, Paul Kagame, ya se reunieron el pasado 18 de marzo en Catar para abordar el conflicto.
"Los jefes de Estado reafirmaron el compromiso de todas las partes con un alto el fuego inmediato e incondicional", destacaron entonces en un comunicado conjunto tras el encuentro en Doha, en el que actuó como mediador el emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani.
Esa reunión ocurrió el mismo día en que debía empezar en Angola, país que actuaba también como mediador, un diálogo de paz directo entre las partes, que finalmente no tuvo lugar después de que el M23 cancelara su participación tras la imposición de sanciones contra algunos de sus líderes por parte de la Unión Europea.
El conflicto del este de la RDC escaló a finales del pasado enero, cuando el grupo rebelde tomó Goma y Bukavu, capital de Kivu del Sur, ambas fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.
Desde la intensificación de la ofensiva del M23, apoyado por Ruanda -según las Naciones Unidas y países como EE.UU., Alemania y Francia-, cerca de 1,2 millones de personas se han visto desplazadas en estas dos provincias, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.
Además, los enfrentamientos que estallaron en Goma y alrededores dejaron más de 8.500 muertos en enero, detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.
La actividad armada del M23, un grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, se reanudó en Kivu del Norte en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.
El este de la RDC está sumido desde 1998 en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).
