"Proponemos un acercamiento más activo a los países del (...) 'Sur Global'", dijo.
Sikorski prometió en este sentido que cuidará las buenas relaciones con los países de América Latina y el Caribe y profundizará en la cooperación económica con esta región.
El ministro polaco señaló que Rusia intenta aumentar su influencia en este grupo de países, al apoyar a los a las "satrapías locales e intentando socavar los mecanismos democráticos prometiendo una vaga visión de un orden internacional supuestamente más justo en el que el papel de Occidente se verá disminuido".
El jefe de la diplomacia polaca afirmó que los polacos, por experiencia, saben que detrás de la visión rusa no hay una voluntad de corregir los errores, sino una intención de ejercer el control.
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Señaló que la situación en África tiene un impacto clave en la seguridad de la vecindad meridional de la UE y sostuvo que la inestabilidad política y los conflictos étnicos contribuyen a intensificar la crisis migratoria y crean condiciones para el funcionamiento de grupos criminales.
"También aquí la influencia del Kremlin es claramente visible", subrayó.
El ministro afirmó que Rusia y China intentan unir a muchos países emergentes mediante inversiones que crean dependencias.
También se refirió a la carrera mundial por las materias primas, la tecnología y el capital, por lo que Europa, incluida Polonia, debe estar presente en continentes como el africano o el americano.
Subrayó que China es y seguirá siendo un socio comercial importante para Europa, incluida Polonia, y señaló que el reto sigue siendo estructurar las relaciones de manera que las diferencias no reduzcan los beneficios mutuos.
También mencionó el fortalecimiento de las relaciones con la India y los países del sudeste asiático.