El magistrado Alexandre de Moraes, instructor del proceso, dio marcha atrás a un fallo suyo anterior y ordenó el retorno a la cárcel de Vasil Georgiev Vasilev, al constatar que este no tiene una dirección fija en Brasil.
El pasado 15 de abril, De Moraes suspendió la extradición del individuo, requerida por el Gobierno de España, decretó su prisión domiciliaria con tobillera electrónica y, además, exigió explicaciones a la embajadora española en Brasil.
El motivo para cuestionar a la diplomática fue la negativa de la Justicia española de extraditar a Brasil a Oswaldo Eustáquio Filho, un bloguero simpatizante del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, investigado por golpismo y difusión de bulos contra la democracia.
La Justicia española rechazó entregar a Eustáquio Filho a las autoridades brasileñas porque consideró que en su país está siendo investigado por conductas "con una evidente conexión y motivación política".
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De Moraes entendió que esa decisión de la Audiencia Nacional de España violó el principio de "reciprocidad en el cumplimiento del tratado bilateral de extradición firmado en 1988".
En este contexto, suspendió el proceso de extradición de Vasil Georgiev Vasilev y convirtió la prisión preventiva que pesaba en su contra por una domiciliaria, supeditada al uso de tobillera electrónica.
La medida preveía, de hecho, que el búlgaro, buscado en España por supuestamente transportar en 2022 una maleta con 52 kilogramos de cocaína, estaría bajo vigilancia semanal por parte de la Policía Penitenciaria.
Sin embargo, no pudo demostrar una residencia estable en Brasil y, por esta razón, De Moraes decretó su regreso al régimen cerrado, en concreto a la prisión de Ponta Porã, en el estado de Mato Grosso do Sul, de acuerdo con la información de la estatal Agencia Brasil.
Vasil Georgiev Vasilev fue detenido en un primer momento en Brasil el pasado 18 de febrero, al cruzar la frontera de Paraguay.