"Es fundamental que los donantes se movilicen para evitar un mayor deterioro de la situación nutricional y sanitaria en las zonas de mayor riesgo (...). Esto pone en riesgo miles de vidas", dijo en un comunicado el director de la organización en la RDC, Florian Monnerie.
A raíz de la crisis de financiación desatada por la decisión de Trump, la ONG, que tenía previsto tratar a 45.000 niños con desnutrición aguda grave en el país y prestar asistencia sanitaria a 360.000 entre 2025 y 2026, no ha podido aceptar nuevos casos desde el pasado marzo.
Así, solo los 2.000 niños que ya estaban registrados en todo el país para este periodo están recibiendo actualmente tratamiento.
Solo en la provincia oriental de Ituri, azotada por la violencia de grupos armados, la ONG identificó desde finales de marzo a 258 menores de cinco años que sufren desnutrición aguda grave y que no pueden recibir tratamiento.
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En esa provincia, Acción Contra el Hambre ha constatado la muerte de seis niños por esa condición, mientras otros 18 han fallecido por malaria o neumonía grave, después de que las familias no pudieran permitirse ir al médico porque los servicios que antes ofrecía la ONG de manera gratuita ahora son de pago.
En la provincia occidental de Mai-Ndombe, los equipos de la organización han documentado asimismo trece muertes de niños por el mismo motivo, mientras decenas de ellos siguen sin poder recibir tratamiento peses a padecer desnutrición aguda grave.
La abrupta congelación de fondos ordenada por Trump el pasado enero tras llegar a la Casa Blanca ha puesto en peligro las vidas y la salud de millones de personas en África, donde el sector sanitario ha sido uno de los más afectados porque era uno de los principales destinados de ayuda estadounidense al continente.
El pasado 1 de febrero, el director general de la agencia de salud pública de la Unión Africana (UA), John Kaseya, estimó en una carta dirigida a los líderes africanos que podrían producirse entre dos y cuatro millones de muertes adicionales al año por "enfermedades prevenibles y tratables" si no se actúa con urgencia.
Según el último análisis sobre la RDC de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC, en inglés), publicado a finales de marzo, este país alcanzó una cifra récord de cerca de 28 millones de personas sufriendo hambre.
Según la IPC, una herramienta que categoriza la gravedad de las crisis de hambre, estos 28 millones de personas se encuentran en situación de crisis (nivel tres de cinco) o en grados aún más graves de inseguridad alimentaria.