"La asistencia sanitaria que presta la UNRWA es un salvavidas indispensable para los desplazados, pero la prohibición de ayuda impuesta por las autoridades israelíes hace cada vez más difícil tratar adecuadamente a los pacientes, más aún ante unos niveles de necesidad sin precedentes", apuntó esta agencia de la ONU que apoya varios puntos médicos de la Franja.
En uno de estos puntos, según UNRWA, los desplazados, entre ellos mujeres embarazadas, ancianos y niños con quemaduras o heridas de guerra, esperan su turno para recibir tratamiento y muchos de ellos tienen que volver sin recibir medicinas o tratamientos porque desde hace más de un mes no entran.
"Hacemos todo lo que podemos, pero las condiciones son terribles. Nos las arreglamos con lo que tenemos, pero la grave escasez de medicamentos, analgésicos y otros suministros médicos esenciales supone una grave amenaza para la vida de nuestros pacientes y agrava esta crisis médica", aseguró el doctor Muhammad, citado en un comunicado de UNRWA.
Este doctor, junto al resto, atiende en uno de estos puntos y asegura que están desbordados: "Con unos 30 pacientes que llegan a la vez, muchos de los cuales son heridos de guerra o niños con quemaduras graves que requieren cambios de vendaje inmediatos, nos vemos obligados a apresurarnos".
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Atienden a pacientes como Mohammad, un niños de 11 años que después de perder a su madre por la guerra tuvo que ser desplazado con sus cinco hermanos. Es tratado por una quemadura severa que se hizo mientras ayudaba a su abuela a cocinar
Lo mismo le sucede a Sharif, un hombre de 40 años al que le dispararon en el sur de Gaza y que se quedó en silla de ruedas con una herida abierta en una pierna.
"Estoy esperando que me quiten los metales en los próximos meses pero no sé si pasará. Sufro dolores constantes cuando me muevo y tengo que depender de una silla de ruedas. Esta lesión me ha incapacitado y no puedo hacer nada. Lo peor es no recibir suficiente medicación para curarme, y no hay suficiente comida para ayudarme a recuperarme", dice este gazatí, también mencionado por UNRWA.
El Ministerio de Sanidad de la Franja denunció la semana pasada que no quedan existencias del 37 % de los medicamentos esenciales ni de más de la mitad de los fármacos usados contra el cáncer o enfermedades sanguíneas, tras más de 40 días del bloqueo israelí a cualquier suministro.
Un total de 80.000 pacientes con diabetes y 110.000 hipertensos carecen de medicación en la devastada Franja, donde hospitales y centros médicos han sido el blanco continuo de ataques de artillería y aéreos, además de redadas militares, según esta entidad.
El pasado 2 de marzo, las autoridades israelíes anunciaron un nuevo veto de suministros, prohibiendo la entrada a la Franja de agua, alimento, gasolina, ayuda humanitaria y comercial. Este bloqueo ya ha superado el del inicio de la guerra, que duró del 7 al 21 de octubre, y sitúa a cientos de miles de gazatíes cerca de la hambruna, según la ONU.
