El monje Tulku Hungkar Dorje falleció en Vietnam mientras se encontraba bajo custodia de autoridades chinas y vietnamitas, según el Congreso de la Juventud Tibetana (TYC).
"Condenamos a las autoridades chinas por la repentina y misteriosa muerte de Tulku Hungkar Dorje", declararon los organizadores del TYC en un comunicado. Además, instaron a los medios de comunicación a "visibilizar el deterioro de la situación de los derechos humanos en el Tíbet".
Los manifestantes, que fueron desalojados por la policía poco después de llegar a la embajada china, denunciaron “esta muerte sospechosa, que representa una preocupante escalada en el ataque sistemático de China contra figuras tibetanas influyentes”.
Esta semana, la Administración Central Tibetana (CTA, por sus siglas en inglés), con sede en Dharmasala, al norte de la India, pidió una investigación independiente y transparente y responsabilizó tanto a las autoridades chinas como a las vietnamietas por lo ocurrido.
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Según el comunicado de la CTA, Tulku Hungkar Dorje, una figura destacada del budismo tibetano moderno conocido por su labor humanitaria y educativa en favor de la lengua, y los derechos del pueblo tibetano, vivía en la clandestinidad en Vietnam desde septiembre de 2024.
Esto ocurrió tras haber sido previamente acosado e interrogado por las autoridades chinas en el Tíbet, lo que lo había convertido en una voz respetada y, al mismo tiempo, en un objetivo de persecución para Pekín.
El líder espiritual fue detenido el 25 de marzo en Saigón en una operación conjunta entre agentes chinos y la policía local vietnamita.
Tres días después, el 28 de marzo, fue trasladado a una comisaría, donde falleció ese mismo día en circunstancias que aún no han sido esclarecidas. El cuerpo de Tulku Hungkar Dorje se encuentra actualmente en el Hospital Internacional Vinmec Central Park, en Ho Chi Minh.
Las organizaciones tibetanas en el exilio exigen la entrega inmediata del cuerpo de Tulku Hungkar Dorje a su comunidad monástica y a su familia para que se puedan llevar a cabo los rituales religiosos apropiados.
Asimismo, solicitan una autopsia independiente que permita esclarecer las causas reales de su muerte, dada la opacidad que rodea el caso y las tensiones existentes entre el gobierno chino y la comunidad tibetana.
