En una carta enviada a la Agencia Central para la Recepción de Solicitantes de Asilo (COA), el organismo de acogida, los médicos aseguran que el barco Silja “no es seguro, especialmente para niños y mujeres jóvenes”, y es una “olla a presión” donde hay violencia, amenazas y posibles abusos, así como una propagación rápida de enfermedades infecciosas.
El servicio médico, que se encarga de dar atención sanitaria a los centros de acogida, pide cerrar el barco o reducir su capacidad, y que especialmente los casi 400 niños sean evacuados cuanto antes, según la misiva publicada este viernes por el diario neerlandés NRC, y confirmada por COA y el municipio de Róterdam, que aseguran tomarse “muy en serio” estas preocupaciones.
El Silja es uno de los centros de acogida más grandes de Países Bajos y alberga, como alojamiento de emergencia, a personas que ya tienen su permiso de residencia legal en el país, pero están a la espera de una vivienda adecuada en la región de Holanda del Sur.
Los refugiados comparten camarotes de dos por tres metros, muchas veces sin ventanas, y aunque al principio se acordó que el crucero acogería a 1.000 personas durante un máximo de año y medio, ahora hay el doble de personas y el barco tendrá este uso hasta al menos 2026 (desde 2022). El pasado diciembre, el municipio aseguró que el barco “no es lo ideal”, pero sí “suficiente”.
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Los médicos no lo ven así: denuncian que los niños deambulan solos por el barco; sus padres muchas veces están “demasiado cansados, agotados o traumatizados” para vigilarlos; y están expuestos a “demasiada violencia física y verbal”. Incluso sospechan de que hay abuso entre los propios niños, aunque no se especifica cuántos casos hay, ni los detalles.
Además, según la carta, las mujeres jóvenes “no están a salvo de hombres jóvenes solteros” en el barco, y las que comparten habitación hacen turnos para cuidarse unas a otras, “para no ser atacadas por hombres de otro piso”, aunque, lamentan en la carta, los médicos no se enteran de todos los incidentes por vergüenza o miedo de las víctimas.
También denuncian que hay minorías sirias, como cristianos y alauitas, que están siendo acosadas por sus compatriotas en el barco, e incluso se habla de señales de “radicalización”.
También hay “graves problemas de higiene”, según la carta, con “enfermedades contagiosas como sarna, gripe, varicela y norovirus propagándose fácilmente” y es difícil controlarlas. Además, se han detectado también casos de tuberculosis, una enfermedad altamente contagiosa.
