La presidenta de la patronal bancaria, Alejandra Kindelán, ha expuesto este jueves los resultados de sus asociados el año pasado, en el que obtuvieron un margen bruto de 112.000 millones y un resultado antes de impuestos de 39.000 millones de euros.
Los bancos de la AEB destinaron 22.000 millones de euros a gastos de explotación y aumentaron sus provisiones y saneamientos pese al descenso de la morosidad por prudencia.
La banca española pagó 12.000 millones por el impuesto de sociedades, elevándose su contribución fiscal entre ese impuesto y el gravamen temporal a los beneficios a 12.600 millones de euros.
Por otro lado, Kindelán, que ha destacado la capilaridad del sector, con más de 70.000 puntos de servicio (oficinas, cajeros, oficinas móviles y otros) que cubren al 99 % de la población, ha indicado que ya más del 70 % de los clientes de los bancos de la AEB son digitales y ha añadido que el porcentaje de mayores de 65 años que operan por medios digitales se duplicó en el último año.
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El balance agregado de los bancos de la AEB en 2024, incluyendo también su negocio fuera de España, fue de 3,1 billones de euros (más de dos veces el PIB español), con un crecimiento del crédito del 3,8 % en el conjunto del año y del 3,4 % en los depósitos.
La morosidad siguió contenida y fue del 3,3 % frente al 3,7 % en que se situaba en 2019.
En España, el crédito creció un 5 % y las nuevas operaciones aumentaron en todos los segmentos en un entorno del 15 al 20 %, lo que refleja, según Kindelán, su recuperación.
También en España la morosidad está en mínimos históricos, lo que para Kindelán "es el mejor termómetro" de la salud del sistema bancario.