Los 19 negociadores habían concluido su trabajo el martes por la tarde y a partir de entonces ya solo se reunieron los jefes de los dos partidos: el previsible próximo canciller, el conservador Friedrich Merz, el jefe de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Markus Söder, y los dos responsables de los socialdemócratas, Saskia Esken y Lars Klingbeil, lo que hacía pensar en un acuerdo inminente.
Durante todo el día, la CDU/CSU y el Partido Socialdemócrata (SPD) habían estado trabajando en distintos formatos, repetidamente interrumpidos por consultas individuales dentro de los partidos, para llegar a un compromiso definitivo.
No obstante, sobre la medianoche los líderes decidieron dar por terminada la jornada maratoniana y volver a reunirse este miércoles a las 07.00 GMT en la sede berlinesa de la CDU.
Se trataba de los últimos retoques del acuerdo de coalición.
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No han trascendido por ahora qué ha obstaculizado un pacto final.
Según el diario 'Bild', sigue habiendo desacuerdos sobre el tema de los impuestos, en el que el SPD aboga por subir los gravámenes a las rentas más altas.
La CDU/CSU lo rechaza y también quiere suprimir por completo el impuesto de solidaridad el 5,5 % que hoy en día paga el 10 % de la población con los ingresos más altos.
Los dos partidos tampoco estarían de acuerdo en la cuestión de las pensiones, pues el SPD quiere fijar el nivel de las pensiones (pensión media sobre salario medio) en el 48 %.
Esto supondría un aumento masivo de las cotizaciones de los asalariados, algo que los conservadores rechazan.
Aún así, el semanario 'Der Spiegel' señala que el objetivo es aún presentar un acuerdo en torno a este mediodía.
Fuentes de la Unión indicaron que el líder de la CDU quería informar al Comité Ejecutivo sobre el estado de las negociaciones.
No está claro aún si se podrá presentar un acuerdo que incluya también el reparto de los ministerios y sus titulares o solo el contenido del contrato, que el SPD quiere someter a votación de sus afiliados, posiblemente de forma electrónica.
Recientemente también varios miembros de la CDU Y de las Juventudes exigieron poder opinar sobre el acuerdo.
Debido a los planes de los socialdemócratas y las vacaciones de Semana Santa actualmente se baraja una elección del canciller en la Cámara Baja en torno al 6 ó 7 de mayo.