Inversiones, balanza comercial y guerra arancelaria marcarán la agenda de Sánchez en China

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Pekín, 9 abr (EFE).- El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, visita este viernes China, donde se verá con las máximas autoridades y con inversores del gigante asiático, en una semana marcada por el recrudecimiento de la guerra comercial y la amenaza de desacople de las dos mayores economías del mundo.

Aunque el viaje de Sánchez estaba previsto antes de que se desatase la tormenta arancelaria entre Washington y Pekín, la tensión global planeará sobre la corta estancia en Pekín del mandatario, que será además el primer líder europeo en pasar por China tras anunciar Estados Unidos la semana pasada sus aranceles "recíprocos".

Diversificar mercados y equilibrar la balanza comercial son según fuentes del Ejecutivo español las prioridades de una visita a Asia que incluye una primera parada en Vietnam, desde donde el jueves por la noche el gobernante español se desplazará a Pekín.

Primera parada: potenciales inversores

La primera actividad prevista de Sánchez será un encuentro con empresarios en el que es previsible la asistencia de representantes de las automotrices Leap Motors y Chery, esta última titular de una fábrica conjunta de automóviles junto a Ebro en Barcelona.

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Estos intercambios tienen como último objetivo la atracción de capital chino a España con inversiones sobre todo centradas en el ámbito de los vehículos eléctricos, pero también las energías renovables o las infraestructuras sostenibles.

En esta línea, para el encuentro también se barajan nombres de gigantes de esos sectores como CATL -la mayor productora mundial de baterías-, las energéticas China Energy y China Three Gorges International (CTGI), Envision, GCL (placas solares) o Hygreen (renovables).

Los posibles contactos de Sánchez con los fabricantes chinos de automóviles tienen de telón de fondo las fricciones comerciales entre China y la UE a cuenta de este sector, sobre el que Bruselas impuso el año pasado aranceles al considerar que las compañías jugaban con ventaja frente a las firmas europeas al contar con ayudas del Estado chino.

Trump, muy "presente" en la reunión con Xi

Aunque los desacuerdos persisten en varios frentes, las andanadas de aranceles de Trump han coincidido con un goteo de visitas de representantes de países europeos al gigante asiático, entre ellos el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, lo que ha llevado a algunos expertos a aventurar un potencial acercamiento entre Pekín y Bruselas, aunque con mucha más cautela en el caso de esta última.

De esas fricciones comerciales y de la tormenta económica global propiciada por los aranceles "recíprocos" impuestos por Estados Unidos a prácticamente todos los países del mundo se espera que hable Sánchez con el presidente chino, Xi Jinping, quien le recibirá en el Palacio del Pueblo y con quien después almorzará.

Sobre los productos chinos que llegan a EE.UU. pesan desde hoy unos aranceles del 104 %, mientras que los bienes de España, como miembro de la UE, estarán gravados por el 20 % impuesto por Washington a todo el bloque.

Otra cuestión que previsiblemente saldrá a colación es la investigación "antidumping" abierta por Pekín sobre las importaciones del sector porcino europeo en represalia a la que la UE inició contra los vehículos eléctricos chinos y que afecta especialmente a España, principal suministrador europeo a China de este producto.

Desequilibrio comercial y oportunidades

El cara a cara entre Sánchez y Xi será el tercero que mantengan, pues se suma a las visitas del líder español a China en marzo de 2023 y septiembre del año pasado.

El desequilibrio comercial, un asunto que preocupa a la UE como bloque pero también a España de cara a su mercado, estará igualmente sobre la mesa: la balanza se inclinó fuertemente del lado de China, con exportaciones por valor de 45.000 millones frente a los 7.400 millones de las españolas.

En este sentido, Sánchez llega a China en un momento crucial para abrir nuevas posibilidades de mercado, pues los aranceles que el país asiático comenzará a aplicar este jueves sobre las importaciones estadounidenses en respuesta a los de EE.UU. implican la búsqueda de mercados alternativos para abastecerse de algunos de los productos que hasta ahora compraba a ese país.

Tras el almuerzo con Xi, el mandatario español hará balance del viaje en una rueda de prensa y después se reunirá con el primer ministro chino, Li Qiang, junto a quien presidirá la firma de acuerdos bilaterales cuyo contenido aún no se ha difundido.