"Las mujeres no lideran ni participan en esta guerra, pero somos las que más estamos padeciendo. Quiero que el mundo entero conozca el sufrimiento de las mujeres y niñas sudanesas y que todos los hombres malvados que nos violaron sean castigados", sentenció una superviviente de violencia sexual en Omdurmán, ciudad cercana a la capital Jartum, en un comunicado emitido hoy por AI.
A través de 30 entrevistas a supervivientes y sus familiares -que residen en campos de refugiados de Uganda-la ONG documentó que los soldados de las FAR "agredieron o violaron en grupo a 36 mujeres y niñas de tan solo 15 años, además de ejercer otras formas de violencia sexual, en cuatro estados sudaneses entre abril de 2023 y octubre de 2024".
"El mundo debe actuar para detener las atrocidades de las FAR, frenando el flujo de armas hacia Sudán, presionando a su líder para poner fin a la violencia sexual y llevando a los responsables, incluidos los altos mandos, ante la justicia", urgió el director regional de impacto en derechos humanos de AI, Deprose Muchena.
Conforme la ONG, las FAR usa la violencia sexual como "herramienta para humillar, ejercer control y desplazar comunidades en todo el país", lo que podría constituir "crímenes de guerra y posibles crímenes de lesa humanidad", ya que se enmarcan dentro de los dos años de guerra civil en Sudán.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Además, AI denunció que "el uso sistemático de violencia sexual" combinado con que "muchos ataques ocurrieron en presencia de otros soldados, víctimas y civiles, indica que los perpetradores no sintieron la necesidad de ocultar sus crímenes ni temieron represalias".
"El horror de la violencia sexual perpetrada por las FAR es abrumador, pero los casos documentados entre los refugiados representan solo una pequeña fracción de las violaciones que probablemente han cometido", dijo Muchena.
Sin sanidad ni justicia
Según AI "ninguna de las supervivientes recibió atención médica adecuada tras la violación, ni denunció los ataques ante las autoridades sudanesas, debido a los combates en curso o al temor al estigma y represalias", pese a que admitieron a la ONG que recibir tratamiento médico para las lesiones y enfermedades a raíz de los ataques era "su prioridad".
En ese contexto, la ONG apuntó que "los recortes a programas vitales financiados por USAID han reducido las posibilidades de acceder a servicios integrales de salud sexual".
Algunas de las supervivientes padecen dolores renales, alteraciones menstruales, dificultades para caminar o traumas psicológicos de larga duración a raíz de sus agresiones, y en el caso de los niños que presenciaron violaciones a familiares sufren pesadillas recurrentes.
Pese a convivir con daño físico y mental las supervivientes carecen de acceso a la justicia, por lo que "exigen redención de cuentas": "Es hora de que los pueblos y gobiernos de todo el mundo revelen la verdad sobre lo que ha sucedido en Sudán, enjuicien a los responsables", sentenció Muchena.
Los dos años de guerra civil en Sudán han causado decenas de miles de muertos y más de 11 millones de personas desplazadas hasta la fecha.
Tanto las FAR como el Ejército "han cometido graves violaciones del derecho internacional humanitario, algunas de las cuales constituyen crímenes de guerra, incluyendo la violencia sexual contra mujeres y niñas", aseguró AI.
