El superavit comercial de Jordania con EE.UU está en el entorno de los 1.200 millones de dólares, y se fundamenta en las exportaciones de las zonas industriales habilitadas en el país, de capital mayoritariamente extranjero, impulsadas con incentivos estadounidenses, dedicadas a fabricar ropa y con un elevado porcentaje de trabajadores también foráneos que son responsables de cerca del 78% del total de las exportaciones de Jordania hacia ese mercado.
El abogado y experto en legislaciones comerciales internacionales Bahaedin Al Armuty explicó a EFE que, en ese sentido, la primera industria que será afectada es la ropa para exportaciones al mercado de EEUU asentada en esas zonas industriales, que de hecho se crearon a partir del año 1994 al calor del acuerdo de paz de Jordania con Israel.
"Estas inversiones están exclusivamente dedicadas a cerrar la escasez en las capacidades de producción de la industria de las mayores marcas estadounidenses", acotó el experto.
En este contexto, es posible que estas industrias, si emplean un componente estadounidenses en su producción no inferior a 20%, queden exentas del aumento ya que la decisión de Trump señaló como excepciones a las industrias que incluyen componentes estadounidenses.
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"Pero no cabe duda de que esta industria puede ser afectada en gran medida en el caso de mantenerse los aranceles sobre sus exportaciones. Es probable que estas zonas industriales se trasladen a las zonas industriales habilitadas en Egipto para preservar su competitividad, ya que allí las exportaciones sólo han tenido un 10% de aranceles", dijo.
Otras exportaciones jordanas importantes son minerales como el fosfato y el potasio, que estarían exentos de aranceles en un principio.
En Jordania además se preguntan si la decisión de la administración estadounidense implica el fin del TLC bilateral, ya que según lo informado por EEUU, cualquier decisión anterior relacionada con aranceles entre EEUU y cualquier otro país queda nula.
Otro problema es que productos chinos se dirijan hacia los mercados de la zona de Oriente Medio con precios bajos, mientras buscan clientes fuera de los EE.UU, lo que puede perjudicar en gran medida a las industrias jordanas, ya complicadas por el aumento de sus costes energéticos que dificultan su competencia con productos importados de precios bajos.
El Ministro de Industria y Comercio de Jordania, Yaareb Al Qodat, declaró tras conocer los aranceles de Trump que esta es "una política global", que no tiene a su país como "objetivo", mientras que el Gobierno del reino ha comenzado a estudiar "soluciones y medidas" para reforzar la competitividad jordana."de manera que sea de interés de todos, manteniendo la competitividad de las exportaciones jordanas y la relación estratégica económica con EEUU".
Según sus declaraciones recogidas por la agencia jordana de noticias, Petra, Jordania está vinculado de cerca con EEUU, en una asociación que “aprecia” y con la que procurará "lograr resultados positivos y constructivos para ambas partes a partir del diálogo continuo con las entidades competentes en EEUU.
Jordania es uno de los principales aliados de EE.UU en Oriente Medio y también uno de los principales receptores de ayuda estadunidense.
Sin embargo, desde que asumió Trump, el país se ha visto desbordado por la intención del mandatario estadounidense de desplazar forzosamente a cientos de miles de palestinos de Gaza a Jordania, una posición imposible de aceptar política, económica y socialmente para el reino.