"No hay ganadores en las guerras comerciales, y está claro que todos estos aranceles elevarán los precios para los consumidores y, al final, pagamos por todo", declaró la política estonia a su llegada a la reunión informal de ministros de Defensa de la UE que se celebra hoy en Varsovia.
La jefa de la diplomacia comunitaria se expresó en ese sentido después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara este miércoles la imposición de un arancel global base del 10 % para todos los países que considera que establecen barreras comerciales a los productos estadounidenses, aunque agrega un arancel adicional para aquellos que considera los "peores infractores".
Así, impondrá aranceles del 34 % para las importaciones de China, del 20 % para la Unión Europea, del 24 % para Japón, del 26 % para la India, del 17 % para Israel y del 10 % para la mayoría de naciones latinoamericanas.
El arancel mínimo del 10 % entrará en vigor el sábado 5 de abril, mientras que la parte adicional que afecta a cada nación comenzará a aplicarse el día 9.
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Kallas reconoció este jueves que la cooperación con Estados Unidos en el ámbito de la defensa "es también muy importante".
Agregó que con el libro blanco sobre el futuro de la defensa europea, una hoja de ruta que la Comisión Europea presentó en marzo para desarrollar capacidades militares que permitan a la UE disuadir diferentes tipos de amenazas, también se está pensando en "qué más podemos hacer para nuestra industria de la defensa porque ahora mismo estamos comprando mucho de los estadounidenses".
"Pero necesitamos diversificar nuestra cartera de modo que tengamos capacidades de producir aquí la munición y cosas que necesitamos aquí, y también ser capaz de comprar de otros aliados, de forma que tengamos una cartera diversificada al respecto", comentó.
El comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, admitió que la imposición de los nuevos aranceles era algo que la Unión Europea "no deseaba que sucediera".
"Hicimos todo para evitar ese desarrollo de los acontecimientos. Ahora veremos cuáles son las consecuencias tanto desde el punto de vista económico como político. Mantenemos nuestra firme creencia de que la relación transatlántica tiene una importancia estratégica", expuso.
El ministro sueco de Defensa, Pal Jonson, reconoció que no contaba con un análisis exacto sobre cómo los aranceles afectarán a la cooperación en el ámbito de la defensa entre la UE y Estados Unidos, pero constató que tendrán un "impacto negativo" en el comercio.
Su homólogo letón, Andris Spruds, consideró que las relaciones transatlánticas no están "rotas" y opinó que se deben "fortalecer a diario".
"Es un proceso continuo. Desde la perspectiva letona, el vínculo transatlántico es extremadamente importante. Se trata de Estados Unidos, pero también sobre Canadá", que lidera una brigada de la OTAN en Letonia, tal y como recordó Spruds.
Dijo que Estados Unidos es "indispensable" y "extremadamente importante como socio", por lo que llamó a "fortalecer esas relaciones cada día".
Aun así, reconoció que a veces desde Washington llegan "algunas señales contradictorias" y que se dan pasos que preferirían que fueran "en otro sentido".
"Pero no significa que no seamos socios. Somos socios estratégicos, aliados estratégicos, y la visita de Marco Rubio (secretario de Estado estadounidense) a Bruselas (para participar en una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN) lo subraya una vez más, que estamos fortaleciendo esas relaciones a diario", comentó.