El Ejecutivo laborista formó un grupo de trabajo con representantes de la industria para eliminar lo que consideran obstáculos burocráticos, por ejemplo en la concesión de licencias para el consumo de alcohol o la autorización de terrazas, indicó en un comunicado.
Se otorgarán asimismo nuevas competencias al alcalde de Londres, el también laborista Sadiq Khan, para que pueda revisar licencias revocadas, en un programa piloto que podría extenderse a otras alcaldías de Inglaterra.
Según el Gobierno, cuya principal prioridad política es hacer crecer la economía, las medidas servirán para aprovechar el potencial del sector hostelero, que emplea a más de tres millones de personas y aporta alrededor de 62.000 millones de libras (73.600 millones de euros) anuales a la economía británica.
Paralelamente, se pondrá en marcha un nuevo Programa de Apoyo a la Hostelería por valor de 1,5 millones de libras (1,78 millones de euros), con la creación de centros de formación en prisiones, entre otras cosas, para cubrir vacantes.
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La ministra de Economía, Rachel Reeves, dijo que el Gobierno ha "escuchado las preocupaciones del sector" y colabora con sus representantes "para comprender los cambios que necesitan".
"Una economía nocturna próspera beneficia a las economías locales, al crecimiento y la generación de ingresos para los ciudadanos", apuntó en la nota.