Según confirmó hoy un portavoz oficial de Downing Street -oficina y despacho del primer ministro británico, Keir Starmer-, "la finalización del acuerdo está llevándose a cabo" entre los Ejecutivos británico y de Mauricio.
El plan implicará que el Reino Unido renunciará a la soberanía de este territorio remoto y estratégicamente clave ubicado en el Océano Índico pero pagará para poder arrendar la base militar de Diego García.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ya indicó que respalda ese acuerdo durante la visita realizada por el primer ministro británico, Keir Starmer, a Washington el pasado febrero, cuando señaló que tenía la "sensación de que (el acuerdo) va a funcionar muy bien".
"Habrán visto por parte del presidente que reconoció la fortaleza del acuerdo. Creo que ahora están trabajando con el Gobierno de Mauricio para finalizarlo y firmar el tratado", apuntó el citado portavoz gubernamental.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Con respecto a ese punto, la misma fuente oficial agregó que, según su entendimiento, se trata ahora de que el Reino Unido y el Gobierno de Mauricio "finalicen el acuerdo tras las conversaciones con Estados Unidos".
Si bien el pasado año se anunció inicialmente un acuerdo en el que el Reino Unido aceptaba devolverle a Mauricio la soberanía de ese grupo de islas remotas, un cambio en la administración de ese país y el regreso a la Casa Blanca del republicano Donald Trump arrojaron dudas sobre éste.
El Ejecutivo de Londres ha alegado que debe ceder soberanía sobre el territorio debido a las reglas legales internacionales a favor de Mauricio, en concreto un fallo del Tribunal Internacional de Justicia.
El acuerdo podría, según indican algunos medios locales, costar unos 90 millones de libras (unos 107 millones de euros) anuales para asegurar el uso de Diego García con pagos por adelantado para obtener el respaldo del Gobierno de Mauricio.
El opositor Partido Conservador ha expresado recientemente sus dudas acerca del acuerdo y la portavoz 'tory' de Asuntos Exteriores, Priti Patel, afirmaba recientemente que este "sigue siendo un acuerdo muy malo para los contribuyentes británicos".
