Según los datos del frente hechos públicos este lunes, el número de combates se incrementó en un 32 % la semana pasada hasta 1.382, después de que Rusia intensificara sus asaltos en las regiones ucranianas de Donetsk y Zaporiyia y en la región rusa de Kursk, donde Ucrania sigue controlando una pequeña franja de terreno a lo largo de la frontera.
La zona cerca de Pokrovsk, en el frente de Donetsk, sigue siendo el epicentro en el que se produjeron el 37 % de los combates la semana pasada.
Rusia no ha logrado progresos significativos en las inmediaciones de esta ciudad, pese a sus intentos por recuperar el territorio perdido durante una serie de contraataques ucranianos.
Sin embargo, sus fuerzas han conseguido avanzar a nivel local en el oeste de Kurájove y cerca de Toretsk, según la plataforma de análisis ucraniana DeepState. En particular, sus tropas irrumpieron en la localidad de Rozliv, desde donde amenazan con cortar la ruta logística de los ucranianos que todavía combaten en la cercana Kostiantinópil.
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En el sur, los intentos rusos de avanzar hacia Zaporiyia han quedado mayoritariamente estancados, pese a la constancia de los ataques.
Presión alta sin grandes efectos
La falta de equipamiento pesado de que adolecen las fuerzas rusas no les permite lograr grandes avances hacia ciudades como Zaporiyia, Sumi o Járkov, según Serguí Zgurets, jefe de la consultoría militar ucraniana Defense Express.
El Ejército ruso seguirá lanzando su infantería en oleadas de ataques a lo largo de todo el frente con el fin de agotar las fuerzas y los recursos ucranianos, afirmó en una entrevista con el canal Expresso TV.
El estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) concuerda con el analista ucraniano y advierte de que Rusia podría estar además intentando acercarse lo suficiente a las capitales regionales como para que éstas queden al alcance de su artillería y penetrar en la región de Dnipropetrovsk (centro), separada actualmente por algunos kilómetros de la línea del frente.
De acuerdo con el citado laboratorio de ideas, si Rusia logra penetrar en una nueva región, podría con esta excusa presentar nuevas demandas territoriales de manera adicional a las que ya reclama en Crimea, Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón.
Un alto coste para los rusos
Los limitados progresos rusos siguen costándole caro al Ejército invasor, según las estimaciones de Kiev.
Aunque en marzo ha perdido unos 40.000 soldados, entre muertos y heridos, Rusia solo ha tomado en ese periodo 130 kilómetros cuadrados y sus avances se están ralentizando, según el analista militar Oleksandr Kovalenko.
Rusia también ha perdido este mes una cantidad récord de piezas de artillería, más de 1.500, subrayó en su análisis para el Grupo Resistencia Informativa, tanto por la precisión de la artillería ucraniana como por el deterioro de sus reservas de armamento.
Esto no es suficiente para dar la vuelta a la situación en el campo de batalla y Ucrania necesita infligir bajas mucho mayores a las tropas invasoras, advirtió un exoficial ucraniano conocido por el alias de 'Tatarigami', fundador del grupo de análisis 'Frontelligence Insight', en X.
Rusia todavía es capaz de cubrir sus pérdidas de personal a través del reclutamiento, escribió, mientras que el futuro del apoyo militar occidental a Ucrania está en duda debido a la política del presidente estadounidense Donald Trump.
La respuesta de Ucrania
El énfasis en alargar el adiestramiento militar de los nuevos reclutas y su incorporación más gradual a las unidades de combate ha ayudado a reducir las bajas ucranianas en marzo, según anunció este lunes el comandante en jefe Oleksandr Sirski.
Sus fuerzas siguen empleando la "defensa activa", subrayó en Telegram, y han sido capaces recientemente de avanzar en algunas partes del frente y de mejorar sus posiciones tácticas.
Sirski no ha mencionado todavía la nueva operación en la región fronteriza rusa de Bélgorod, donde las fuerzas ucranianas han penetrado recientemente varias localidades situadas a lo largo de la frontera con la provincia de Sumi, según los analistas militares y blogueros.
Estos señalan que la operación tiene como objetivo desviar recursos rusos y dificultar la preparación de posibles ofensivas en el norte de Ucrania.
Rusia no ha conseguido hasta la fecha recuperar sus posiciones perdidas en Bélgorod, aunque ha lanzado un volumen significativo de fuerzas al ataque, según el oficial ucraniano 'Álex'.
"Nuestra aviación y otras armas están funcionando bien y son exitosas golpeando la retaguardia rusa", agregó en su blog.
