De acuerdo con gráficos y una cronología divulgada hoy por el Ejército, los atacantes mataron a nueve soldados y secuestraron a tres vivos: Ron Sherman, Nik Beizer y Tamir Nimrodi. Los cuerpos de Sherman y Beizer fueron recuperados en el norte de Gaza tras su muerte como consecuencia de un ataque israelí. Nimrodi permanece en la Franja.
Además, si bien los soldados tuvieron al menos veinte minutos para prepararse para la invasión, desde el momento en que avistaron a los primeros milicianos en el cruce de Erez a las 6:34 de la mañana hasta su infiltración en la base poco antes de las siete, la investigación detalló que las tropas "no aprovecharon este tiempo correctamente", según detallaron medios locales con más información sobre la pesquisa.
El Ejército de Israel "no logró proteger la base", concluyó el coronel Gidi Kfir-El, al frente de la investigación, según declaraciones recogidas por el diario Times of Israel. Sin embargo, los investigadores dijeron que "la intervención de las tropas en la primera hora contribuyó a salvar muchas vidas y a prevenir daños mayores", así como los ataques aéreos poco más tarde.
En la misma investigación castrense de lo sucedido en el kibutz Nir Oz, publicada el pasado 14 de marzo, el Ejército determinó que los primeros soldados llegaron al menos 40 minutos después de que todos los milicianos, llegando incluso a cerca de 400 atacantes, se hubieran marchado. Un total de 41 residentes del kibutz fueron asesinados en el ataque y 76 secuestrados, 14 de los cuales aún permanecen en Gaza.
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El ataque de Hamás sorprendió a Israel durante la festividad judía de Simjat Torá, día en el que muchos militares estaban de libranza y con sus familias, irrumpiendo en más de una veintena de puntos fuera de la Franja, incluyendo en el festival Nova, y abatieron a tiros a civiles y soldados en un ambiente de terror.