"Dos aviones del Ministerio de Emergencias de Rusia aterrizaron en el aeropuerto de Rangún para ayudar a eliminar las secuelas del asolador terremoto", informó la cartera en comunicado recogido por la agencia oficial rusa TASS.
A su vez, el Ministerio de Sanidad comunicó que una brigada del Centro Federal de Medicina de Catástrofes (CFMC) viajó a Birmania por instrucción del presidente ruso, Vladímir Putin.
La brigada, según precisó Alexéi Kuznetsov, ayudante del titular de la cartera, está integrada por médicos infectólogos, traumatólogos, ortopedas y anestesiólogos.
Según Kuznetsov, los especialistas del CFMC tienen una amplia experiencia en la prestación de asistencia médica en situaciones de emergencia de carácter natural y provocada, tanto dentro del país como en el extranjero, y están equipados con todo lo necesario.
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Este sábado, la junta militar birmana cifró en más de 1.600 el número de muertos; mientras los heridos se cuentan por miles.
El terremoto de magnitud 7.7 tuvo su epicentro a unos 17 kilómetros de la ciudad de Mandalay -la segunda más poblada de Birmania- y una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.