La marca nacida en Marsella en 2004, que tuvo tiendas en otros países, como España, y que era una referencia de la moda 'denim' en Francia, venía arrastrando serios problemas financieros desde la época de pandemia de covid-19, según detalló este sábado la cadena pública Franceinfo.
En 2023 había acumulado algo más de 45 millones de euros en deudas y tuvo que declararse en suspensión de pagos.
La compra de la empresa por parte de tres antiguos trabajadores, que relanzaron la marca, realizaron una reestructuración financiera en profundidad y se volcaron sobre la venta por internet, no logró finalmente salvar a la compañía de tener que echar el cierre este 2025.
