Ante la posibilidad de un nuevo conflicto, varios países y organismos internacionales pidieron este jueves "contención" a las partes, así como la liberación de Machar, arrestado por las fuerzas de seguridad comandadas por Kiir.
Según el portavoz oficial del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en la Oposición (SPLM-IO), Pal Mai Deng, en declaraciones a EFE, la detención de Machar, líder del movimiento, representa el fin del acuerdo de paz alcanzado en 2018 tras cinco años de conflicto interno y deja al país "al borde de la guerra civil".
El vicepresidente del SPLM-IO, Oyet Nathaniel Pierino, hizo un llamamiento a organismos internacionales para que protejan y garanticen la liberación inmediata del vicepresidente y de la ministra del Interior, Angelina Teny, esposa de Machar.
La inestabilidad se desbordó el pasado 4 de marzo cuando una milicia rebelde denominada Ejército Blanco, alineada originalmente con el SPLM-IO, tomó una guarnición del Ejército en Nasir (norte) y secuestró a sus soldados, incluido un importante comandante.
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Eso desató una oleada de arrestos en Yuba contra partidarios de la oposición liderada por Riek Machar.
Frenar una nueva guerra
La volatilidad de la situación en Sudán del Sur ha derivado en una cascada de reacciones a lo largo de esta jornada por parte de numerosos actores internacionales que piden liberar al líder opositor y cumplir con el acuerdo de paz con el objetivo de evitar un nuevo conflicto.
Estados Unidos fue el primero en reaccionar a través de un comunicado de la Oficina de África de su Departamento de Estado en el que instó este jueves a Kiir a liberar al vicepresidente, Riek Machar, y "evite una mayor escalada de la situación".
En esta línea, la misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) solicitó "contención" tras conocer el arresto del líder opositor y recordó a los líderes del país que deben escoger entre "recaer en un conflicto generalizado o impulsar el país hacia la paz", siguiendo el consenso alcanzado en 2018.
La Comisión de la ONU dedicada a este país recordó a las dos facciones que el cumplimiento del acuerdo de paz firmado hace siete años "no es opcional", sino "obligatorio" e instó a elevar la presión diplomática para que los dirigentes políticos sursudaneses y sus partidos cumplan con lo estipulado.
También la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en el Este de África (IGAD), que medió en las negociaciones de paz de Sudán del Sur, se mostró alarmada por la detención, y pidió a las partes que "ejerzan la máxima moderación" y "prioricen el diálogo" para prevenir "un colapso del proceso de transición y la vuelta a una guerra en toda su escala".
Otra de las organizaciones internacionales que abogó por la moderación fue la Unión Africana (UA). El presidente de la Comisión de este organismo, Mahmoud Ali Youssouf, pidió respetar "tanto el espíritu como la letra del Acuerdo de Paz Revitalizado", que consideró "base fundamental para una paz duradera".
El Gobierno de Kenia se sumó a las peticiones de contención e instó "a todos los líderes de Sudán del Sur a que actúen con máxima moderación", todo ello "en interés de millones de personas de su pueblo".
Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en 2011, fue escenario de un lustro de guerra que provocó la muerte de unas 400.000 personas y que terminó con un acuerdo de paz en 2018, un pacto que sirvió para repartir el poder entre el Gobierno y la oposición pero cuyas principales disposiciones nunca se han llegado a implementar.
