Desde principios de marzo la situación interna no hace más que deteriorarse, con los enfrentamientos armados que han ido en aumento, ataques contra civiles y combates en las inmediaciones de la capital, Yuba, mientras que el despliegue de tropas de Uganda agrava las cosas
En tanto, el arresto ayer del vicepresidente y líder opositor, Riek Machar, ha causado consternación y hecho sonar las alarmas sobre un retorno a un nuevo periodo de guerra interna si no llega a un entendimiento con el presidente Salva Kiir, con el que compartía el poder en virtud del acuerdo de paz.
"La detención de figuras de la oposición sin el debido proceso es una violación del acuerdo (de paz) y de sus disposiciones sobre inclusión política", señaló en un comunicado la Comisión de expertos en derechos humanos para Sudán del Sur, creada en el marco de Naciones Unidas.
En los últimos días bombardeos aéreos en el estado del Alto Nilo han provocado el desplazamiento de más de 60.000 personas tras el ataque contra un helicóptero del cuerpo de mantenimiento de la paz de la ONU a inicios de este mes.
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"La situación se ha agravado con el despliegue de tropas ugandesas y vehículos blindados en Sudán del Sur a petición del presidente del país. Esto ha generado preocupación sobre la posible violación del embargo de armas de la ONU", señaló la Comisión en Ginebra.
Frente a esta situación instó a que se ejerza presión diplomática para que los dirigentes políticos sursudaneses y sus partidos cumplan el acuerdo de paz, cesen las hostilidades, se libere a los presos políticos y las facciones políticas pongan sus diferencias de lado y acepten negociar para evitar una implosión del país.