Desde el inicio de la ofensiva el 12 de marzo, las FAR y otras milicias aliadas han saqueado numerosas viviendas en el este de la capital, donde han perpetrado ejecuciones sumarias y detenciones arbitrarias, indicó en un comunicado el portavoz de la oficina Seif Magango.
"Los rebeldes se han apoderado de alimentos y suministros médicos en comedores comunales y clínicas", y "en algunas zonas se han recibido denuncias de violencia sexual", destacó la fuente oficial.
El Ejército sudanés, enfrentado a las FAR, también ha sido denunciado por recientes saqueos y otras actividades criminales en zonas controladas aún por las autoridades, como el norte de la capital, o en el distrito de Nilo Este, en las afueras de la ciudad.
"Pedimos una vez más a todas las partes y a los Estados con influencia en ellas que tomen medidas para garantizar la protección de civiles, y que se ponga fin a la continuada impunidad y anarquía", concluyó Magango.
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El miércoles las autoridades sudanesas anunciaron que han hallado 185 cadáveres en descomposición y unas 1.900 tumbas en carreteras y casas del área metropolitana de Jartum, donde el Ejército está intentando recuperar las zonas de la capital en manos de las FAR.
El conflicto iniciado hace casi dos años ha dejado decenas de miles de muertos -hasta 150.000, según algunas estimaciones- y ha causado el desplazamiento interno de más de doce millones de personas.