La contracción del indicador, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad, muestra una desaceleración respecto al aumento del 3,2 % interanual de enero, según los datos publicados por la Oficina de Estadística del Ministerio del Interior y Comunicaciones, manteniéndose por encima de la meta estable del 2 % del Banco de Japón (BoJ).
El abaratamiento energético, que se redujo casi a la mitad hasta el 6,3 %, fue el factor de mayor peso en el retroceso del indicador en febrero de 2025.
Fue especialmente notable la bajada de precio de la electricidad, que bajó desde un incremento del 18 % en enero a uno del 9 % en febrero. Mientras que el gas subió un 3,4 %, también la mitad que en el mes precedente.
El precio de la alimentación, al margen de los productos frescos, se encareció un 5,6 %, principalmente por un encarecimiento de los cereales, del 21,9 %, más de tres puntos porcentuales más que el pasado enero, dando cuenta del impacto que está teniendo la 'crisis del arroz' que atraviesa el país por la especulación.
Sin embargo, los alimentos frescos se encarecieron un 18,8 %, un 3,1 % menos que el mes anterior y las verduras frescas subieron un 28 %, por debajo del 36 % de enero.
En lo que respecta a la inflación subyacente, aquella que excluye los alimentos frescos y la energía, avanzó un 2,6 % en febrero, también por encima del objetivo del banco central japonés.