La Justicia rusa acusa a Lopatiev de exigir un soborno de ocho millones de rublos (cerca de 100.000 dólares) por la adjudicación de un contrato con el Ministerio de Defensa en concepto de, según reconoció el propio capitán tras su detención, "patrocinio y connivencia".
En el momento de la detención, que tuvo lugar en un restaurante del aeropuerto de Púlkovo de la ciudad de San Petersburgo, el militar acababa de aceptar un soborno de tres millones de rublos (más de 35.000 dólares) por parte de Stanislav Medvédev, director general de la empresa Izumrud, quien actuaba controlado por Servicio Federal de Seguridad (FSB).
A la espera de juicio, el acusado estará en prisión cautelar dos meses a solicitud del departamento de investigación militar del Comité de Instrucción de Rusia (CIR), quien se encargó inicialmente de la investigación.
El CIR considera que existe un gran riesgo de que Lopatiev, quien se enfrenta a una pena de entre 8 y 15 años de cárcel, presione a testigos, destruya pruebas que le incriminen, realice alguna otra acción que pongan en riesgo la investigación o huya de la Justicia estando en prisión domiciliaria.
Los investigadores concluyeron que los sobornos tenían un carácter sistemático e influían en la adjudicación de contratos de Defensa.
El capitán de navío, que se declaró inocente, forma parte de la Comandancia General de la Armada y dirige la instalación, mantenimiento y operación de equipos de radio y comunicaciones de buques, bases y otras infraestructuras e instituciones navales.
También es responsable de garantizar la protección de los sistemas radiotécnicos y de las comunicaciones de las flotas, así como de la generación de interferencias en el servicio de estos sistemas del enemigo.
La Justicia rusa está llevando a cabo una purga en toda la estructura militar tras el fracaso inicial ruso en la guerra en Ucrania en febrero de 2022, que se acentuó tras la reelección del presidente ruso, Vladímir Putin en marzo de 2024.
La mayoría de detenciones se realizan tras acusaciones de corrupción y arrancaron en abril del año pasado con el arresto del exviceministro de Defensa Timur Ivanov, mano derecha del anterior ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.