A través de un comunicado, la Administración de Nicolás Maduro expresó su "más enérgica condena" a lo que consideró como "la nueva fase de los criminales ataques" contra varias localidades en la Franja de Gaza, lo que también ocasionó -subrayó- la destrucción de viviendas, mezquitas, escuelas y albergues para desplazados.
"Venezuela denuncia que esta despiadada agresión (...) continúa deteriorando la ya existente situación humanitaria y el brutal asedio contra el pueblo palestino", reza en el escrito.
A juicio del país caribeño, este bombardeo "deja en evidencia" la "prolongación de los crímenes de guerra perpetrados en la Franja de Gaza y Cisjordania", un ataque que, agregó, se da "bajo la complicidad y encubrimiento de Estados Unidos y sus aliados".
El martes, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, dijo que Israel decidió bombardear de nuevo Gaza para salir del "punto muerto" en las negociaciones con Hamás y obligarlo a llegar a un acuerdo.
"En las últimas dos semanas y media hemos llegado a un punto muerto donde no hay fuego ni liberación de nuestros rehenes e Israel no puede aceptarlo", dijo Saar en un comunicado.
Por su parte, Netanyahu advirtió -tras la oleada de ataques del martes, el día más sangriento desde el inicio de la guerra en Gaza el pasado 7 de octubre de 2023- que "a partir de ahora las negociaciones (con Hamás) solo tendrán lugar bajo fuego".
Autoridades estiman que la cifra de muertos en Gaza aumente en las próximas horas, debido a la cantidad de cuerpos atrapados en los edificios destruidos.