Un total de 146 diputados presentes de los 250 diputados del Parlamento de Serbia votaron a favor de aceptar la dimisión, mientras que la oposición boicoteó la sesión.
Vucevic dimitió el pasado 28 de enero, después de tres meses de multitudinarias protestas estudiantiles que piden responsabilidades por la muerte de 15 personas causada por la caída de un techo de la estación de tren de Novi Sad recientemente renovada.
Con la confirmación de esta dimisión, el gobierno pasa a ser un ejecutivo "técnico" y comienza un plazo legal de 30 días para la elección de un nuevo gobierno.
Si no se elige un nuevo gobierno en ese plazo, deberán celebrarse elecciones parlamentarias.
El presidente de Serbia, el populista nacionalista Aleksandar Vucic, rechazó inicialmente nombrar un "gobierno de transición" con expertos independientes, como exige la oposición, como paso previo a nuevas elecciones.
Sin embargo, hace unos días el mandatario no descartó convocar elecciones anticipadas, en junio próximo, si en el plazo previsto no es elegido un nuevo gobierno.
La coalición de Gobierno, controlada por Vucic, tiene una amplia mayoría parlamentaria, de forma que no debería tener dificultades en elegir a un nuevo gobierno, si así lo quisiera el presidente.