"El cuadro es complejo, en constante evolución, (...) pero personalmente estoy convencida de que se tiene que seguir trabajando con concreción y pragmatismo para encontrar un posible terreno de acuerdo y evitar una guerra comercial que no beneficiaría a nadie, ni a EEUU ni a Europa", dijo la mandataria en el Senado.
Meloni compareció este martes en el Parlamento para ilustrar su posición en el Consejo Europeo de los próximos 20 y 21 de marzo y, durante su largo discurso, urgió a reforzar "los puentes" entre EEUU y la UE, cuyas relaciones se han tensado tras el regreso de Trump a la Casa Blanca.
La primera ministra italiana, con conocidas buenas relaciones con Trump, opinó que "no es sabio caer en la tentación de las represalias", pues puede convertirse "en un círculo vicioso en el que todos pierden", advirtió.
Trump reactivó el pasado 12 de marzo los aranceles a la importación de acero, aluminio y otros productos del Viejo Continente y la Comisión Europea ha respondido con medidas similares en bienes estadounidenses por un valor de 26.000 millones de euros.
Meloni reconoció que los aranceles a las importaciones pueden "teóricamente" favorecer a la producción interna, pero advirtió de que también pueden traducirse en inflación y una consecuente reducción del poder adquisitivo de los europeos.
"No estoy segura de que sea necesariamente un buen negocio responder a los aranceles con otros aranceles", alegó.
Por eso, avanzó su intención de "invertir sus energías" en "buscar soluciones de sentido común" entre EEUU y la UE dictadas "más por la lógica que por el instinto".
Porque la relación entre estos históricos aliados, a su parecer, debe seguir "una óptica de recíproco respeto y conveniencia económica".