Sasha Troufanov, uno de los rehenes liberados en una de las rondas de intercambio de secuestrados por presos palestinos, clamó en una rueda de prensa: "¡La presión militar pone en riesgo la vida de los rehenes!".
Troufanov explicó que desde que se reanudaron los ataques, que han roto el cese al fuego y han dejado más de 400 muertos, sobre todo niños y mujeres, en Gaza, no deja de pensar en sus amigos que aún se mantienen en los túneles de la Franja donde Hamás mantiene a los 59 rehenes, aunque la mayoría de ellos se sospecha que están muertos.
"Estoy seguro que están pasando un infierno por la decisión de reanudar los combates. El hundimiento del alto al fuego me ha llevado de vuelta a esos días donde mi vida estaba cada día en peligro y donde me repetían frases como 'el acuerdo se ha caído, su gobierno no piensa en ustedes'", aseguró el israelí.
Por ello, pidió que comience cuanto antes la segunda fase del acuerdo que permitió su liberación, ya que sus compañeros no pueden permanecer mucho tiempo más en cautiverio: "Cada minuto allí es un infierno sin fin y un peligro mortal", añadió.
"Se debe hacer todos los esfuerzos para recuperar a estas personas inocentes y para asegurarse que la diplomacia se mantiene. Esta guerra debe parar y todos los rehenes deben volver con sus familias. No es tarde aún para salvar a quienes siguen vivos y las familias de aquellos que fueron asesinados tienen derecho al duelo", dijo por su parte Keith Seigel.
Este rehén de origen estadounidense liberado tras 494 días de cautiverio el pasado mes alegó: "Presidente (estadounidense, Donald) Trump, estaré eternamente agradecido de que haya ayudado a mi liberación y sé que no cesarán sus esfuerzos para hacer posibles las liberaciones de los 59 rehenes que quedan. Llamamos a todos los mediadores y a la comunidad internacional para presionar a Hamás y a las partes negociadoras para que se reanuden las negociaciones y asegurar la liberación de todos los rehenes. El tiempo se acaba, tenemos que actuar ya".
Todos ellos se mostraron firmes en un punto: "Debemos volver a la mesa de negociaciones y conseguir un alto al fuego. La presión militar no va a salvar a los rehenes, lo sabemos desde nuestra experiencia", resumió Iair Horn, otro de los liberados, de origen argentino, quien tiene aún a su hermano, Eitan, en cautiverio.