Santos fue entregado a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), bajo un fuerte dispositivo de seguridad, en la Base Aérea José Enrique Soto Cano, en el centro del país, a la que fue trasladado desde la Penitenciaría Nacional de Támara, a unos 20 kilómetros de Tegucigalpa, indicó la Policía Nacional.
El hondureño enfrenta tres cargos relacionados con el narcotráfico: conspiración para importar al menos cinco kilos de cocaína a territorio estadounidense, conspiración para distribuir la misma cantidad y distribución de al menos cinco kilogramos de la misma droga, según las autoridades hondureñas. Es reclamado por una Corte Federal del estado de Florida, sur de Estados Unidos.
Santos fue capturado el pasado 25 de enero en el barrio Las Acacias, de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, y desde entonces había permanecido bajo arresto provisional en la Penitenciaría Nacional de Támara.
El territorio hondureño es utilizado por narcotraficantes que, desde América del Sur envían cargamentos de droga a Estados Unidos.
Con Santos suman 58 los hondureños acusados de traficar con drogas y lavado de activos que enfrentan juicio en Estados Unidos desde 2014, algunos solicitados en extradición y otros que se entregaron a las autoridades de ese país.
Entre los extraditados se encuentran el expresidente Juan Orlando Hernández y el exministro de Seguridad Juan Carlos Bonilla.
Hernández fue condenado en 2024 a 45 años de cárcel y Bonilla a 19, ambos por narcotráfico.
El Supremo hondureño concedió también este lunes la extradición de Eswin Gabriel Mejía, un nacional acusado por Estados Unidos de los delitos de "homicidio por vehículo motorizado y no comparecer ante la Justicia".
Mejía es reclamado por el condado de Douglas, Nebraska, que lo acusa de conducir una camioneta "a exceso de velocidad y con signos de intoxicación alcohólica al momento de golpear a una mujer, que posteriormente falleció en un hospital".