"Ayer, 17 personas murieron en el lugar tras el bombardeo, y otras cinco resultaron heridas. Ahora solo un herido está con vida, ya que el resto sucumbieron a sus lesiones", dijo este lunes a EFE Chul Gatkuoth, uno de los comandantes del Ejército Blanco, la milicia que se enfrenta a las fuerzas gubernamentales en Nasir desde principios de mes.
Según el paramilitar, muchas de las víctimas mortales "murieron calcinadas" en los bombardeos de represalia, que alcanzaron varios puntos de Nasir, entre ellos la pista de aterrizaje.
Por su parte, el comisionado del condado de Nasir, Gatluak Lew Thiep, confirmó a EFE que al menos 21 personas murieron en el ataque aéreo, mientras que denunció que los bombardeos se reanudaron en la zona esta mañana mientras las autoridades locales "siguen evaluando" los daños y las víctimas de la acción de anoche.
Residentes consultados por EFE acusaron tanto a las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur (SSPDF) como a las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF) de llevar a cabo el ataque que, según afirmaron, tuvo como objetivo zonas residenciales y destruyó viviendas.
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La semana pasada, el jefe del Ejército de Uganda, Muhoozi Kainerugaba, afirmó que había mandado tropas a Sudán del Sur para apoyar al Gobierno del presidente Salva Kiir contra los grupos armados que operan en el norte del país africano, aunque el Ejecutivo sursudanés posteriormente lo desmintió.
Estos bombardeos tienen lugar tras dos semanas de intensos choques en Nasir y después de que el ministro de Defensa, el general Chol Thon Balok, prometiera el viernes retomar la ciudad durante el funeral de un importante comandante de las SSPDF que murió el 7 de marzo durante un intento de evacuación fallido gestionado por la ONU.
Las hostilidades estallaron el pasado 4 de marzo, cuando el Ejército Blanco tomó una base de las SSPDF y secuestró a una treintena de militares, lo que desencadenó una oleada de arrestos por parte del Gobierno de Yuba contra el círculo de Machar, aunque el vicepresidente se desvincula de las acciones de la milicia.
La tensión aumentó tras el intento de evacuación, en el que murieron una veintena de soldados, además del comandante y un miembro de la tripulación de Naciones Unidas, que hizo saltar las alarmas ante los temores de que Sudán del Sur se vuelva a ver inmerso en una nueva guerra como la librada entre el Gobierno y la oposición entre 2013 y 2018.
Ese conflicto se saldó con unos 400.000 muertos al poco de que el país se independizara de Sudán en 2011, y fue cerrado con un acuerdo de paz en 2018 que incluyó un reparto de poder entre el Gobierno del presidente Salva Kiir y el líder opositor Machar, aunque muchas de las cláusulas del pacto nunca se llegaron a implementar.
