Los conservadores, que ganaron las elecciones del pasado 23 de febrero, y los socialdemócratas, con los que están negociando una coalición de Gobierno, quieren que la reforma sea aprobada antes del 25 de marzo, cuando se constituye el nuevo Bundestag, en el que ven como imposible conseguir la necesaria mayoría de dos tercios.
El pasado viernes, consiguieron llegar a un acuerdo con Los Verdes para que estos les otorguen los apoyos necesarios para la votación que tendrá lugar el próximo martes en el Bundestag o Cámara Baja.
Pero ahora los Votantes Libres (FW), un pequeño partido de derecha populista que es el socio menor de la coalición que gobierna la influyente región de Baviera y que lidera la Unión Socialcristiana (CSU), amenaza con bloquear la reforma en el Bundesrat o cámara territorial el próximo viernes.
La reforma "entraña más riesgos que oportunidades para la estabilidad del país", dijo el líder de FW, Hubert Aiwanger, esta semana y declaró que no se veía en condiciones de votar a favor de ablandar el mecanismo constitucional del freno de la deuda, que limita el endeudamiento anual al 0,35 % del PIB.
Según los medios alemanes, los intentos de la CSU de convencer a su socio han fracasado hasta ahora, hasta el punto de que el partido conservador bávaro contempla la posibilidad de romper la coalición de Gobierno y buscar un nuevo socio.
Para este lunes CSU y FW han convocado una reunión de crisis para tratar de resolver sus diferencias.
Los FW no tienen ni siquiera representación en el Bundestag, pero a través de su participación en el Gobierno bávaro controlan los seis escaños de los que el 'Land' meridional dispone en la cámara territorial.
Aquí, la reforma necesita los votos a favor de al menos 46 de los 69 escaños en total, pero de momento solo suma 41.
Sin los seis escaños de Baviera, la última posibilidad sería tratar de reclutar al Partido Liberal (FDP), que a través de su participación en los gobiernos regionales de Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt controla ocho escaños en el Bundesrat.
Sin embargo, la principal causa de los liberales es la austeridad fiscal y el rechazo al endeudamiento estatal, por lo que un apoyo a la reforma -que junto con la deuda ilimitada en defensa haría posible inversiones de 500.000 millones de euros en infraestructura, así como un endeudamiento de los estados federados- es poco plausible.
