"Desde el primer día, China ha mantenido que la crisis se tiene que resolver mediante el diálogo. Esperamos que todas las partes implicadas puedan encontrar una solución duradera y sostenible a la crisis en Ucrania", dijo la portavoz de Exteriores Mao Ning en rueda de prensa.
Anteriormente, China había celebrado las conversaciones entre Putin y el presidente de EE. UU., Donald Trump, para negociar una salida a la guerra en Ucrania, un proceso en el que Pekín quiere jugar "un rol constructivo", pero ha mantenido que Europa tiene que tener voz en las negociaciones de paz.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, China ha mantenido una postura ambigua sobre el conflicto, desde la cual ha pedido respeto para "la integridad territorial de todos los países", incluida Ucrania, y atención para las "legítimas preocupaciones de todos" los Estados, en referencia a Rusia.
Así, Pekín se ha opuesto a sanciones "unilaterales" contra Moscú y pedido una solución política". Sin embargo, Occidente ha acusado a China de apoyar la campaña militar rusa, algo que siempre ha negado, y de abastecer a Putin de componentes clave que necesita para producir armamento.
En los últimos tres años, los países europeos han pedido reiteradamente a Xi que utilice su influencia sobre Putin para que detenga el conflicto, si bien algunas voces sostienen que China priorizó afianzar sus relaciones con Rusia, país del que ha estado importando petróleo y gas a menor coste.