En la misiva, divulgada hoy, el Comité de Cooperación Internacional, formado por diputados de distintos partidos, considera "brutal" la disminución de los fondos porque hay riesgo de "socavar nuestro poder blando, así como años de progreso en áreas como la atención sanitaria, la educación, el agua potable y el desarrollo sostenible".
Estos parlamentarios manifiestan la inquietud después de que Starmer anunciase la semana pasada que el Reino Unido aumentará del actual 2,3 % al 2,5 % del producto interior bruto (PIB) el presupuesto de defensa del país para el año 2027, y que el incremento procederá del recorte de los fondos destinados a la ayudas internacional -una caída del actual 0,5 % del PIB al 0,3 % para dentro de dos años.
Tras esta decisión, la entonces secretaria de Estado británica para la Cooperación Internacional, Mujeres y Desigualdad, la laborista Anneliese Dodds, presentó su dimisión.
La presidenta del citado comité de los Comunes, la laborista Sarah Champion, que firmó la misiva, señala que "una de las formas más baratas y eficaces de prevenir los conflictos es abordar las causas de la inestabilidad antes de que se conviertan en violencia."
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"Eso es lo que puede hacer la ayuda internacional. En realidad, recortar la ayuda para financiar una mayor defensa significará inevitablemente gastar más dinero en responder a los conflictos en lugar de invertir en la prevención; nunca debería ser una u otra opción. Necesitamos ambas cosas para crear un mundo estable y seguro", escribe.
Un portavoz del Gobierno respondió que el primer deber de este Gobierno "es mantener nuestro país seguro y protegido."
"El cambiante panorama de la seguridad mundial -con conflictos en el extranjero que socavan la seguridad y la prosperidad en el país- nos exige tomar decisiones difíciles pero necesarias para proteger los intereses británicos y apoyar a nuestros aliados", agregó.
Starmer comunicó la semana pasada que el aumento del gasto de defensa es el mayor desde el fin de la Guerra Fría y avisó de que Rusia es una amenaza para la seguridad nacional del Reino Unido, al haber amenazado el espacio aéreo del país, sus aguas y ha llevado a cabo ataques cibernéticos y químicos.