Ejército dispara gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes de Hizbulá en Beirut

Beirut, 15 feb (EFE).- El Ejército libanés disparó gases lacrimógenos y disparos al aire para dispersar a manifestantes del grupo chií proiraní Hizbulá que se congregaron este sábado en Beirut para protestar por la negativa de las autoridades libanesas a autorizar el aterrizaje de aviones iraníes en el aeropuerto de la capital libanesa.

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Según pudo comprobar EFE, centenares de simpatizantes de la formación chií empezaron a congregarse en la tarde del sábado en la carretera principal que conduce al Aeropuerto Internacional Rafic Hariri, respondiendo así a una convocatoria de Hizbulá.

Los manifestantes intentaron romper barreras establecidas por el Ejército cuyos efectivos dispararon gases lacrimógenos y balas al aire para impedir el avance los manifestantes hacia el aeropuerto y dispersarlos.

El Ejército libanés reforzó la seguridad en el centro de Beirut, sobre todo en las inmediaciones del aeropuerto, después de que el viernes grupos de manifestantes enmascarados, supuestamente de Hizbulá, atacaran un convoy de la Fuerza de la Paz de la ONU para el Líbano (FINUL) que se dirigía al aeropuerto.

En esa agresión un vehículo del convoy fue incendiado y el comandante adjunto saliente de los cascos azules resultó herido, según la FINUL.

La agencia estatal de noticias, NNA, confirmó los "enfrentamientos entre manifestantes y efectivos del Ejército que les impidió acercarse a la entrada del aeropuerto" y aseguró que en las protestas convocadas por el grupo chií "participaron miles" de personas.

"Varios de ellos intentaron acercarse a la entrada del aeropuerto, lo que provocó enfrentamientos con efectivos del Ejército libanés, que lanzaron varias bombas de gas lacrimógeno para dispersarlos, y los partidarios del partido respondieron lanzando piedras", afirmó NAA.

El medio estatal no especificó si hubo heridos, si bien la TV Al Mayadeen, próxima a Hizbulá, afirmó que "ambulancias trasladaron a varios heridos" a hospitales beirutíes.

Varios portavoces de la formación chií explicaron que con convocar la manifestación el grupo protestaba por la decisión de las autoridades libanesas de impedir el aterrizaje en Beirut de aviones iraníes, que consideraron "una sumisión a las exigencias israelíes" y "humillación a la soberanía del Líbano".

Medios independientes explicaron que el Gobierno libanés se ha negado en los últimos días a permitir el aterrizaje en Beirut de aviones iraníes que trasladaban a ciudadanos libaneses procedentes de Irán, supuestamente a petición de Israel, por temor a que en esos navíos se trasladaran fondos a Hizbulá.

"Es una humillación al Estado y a sus fuerzas de seguridad (...) En este aeropuerto se aplican las medidas internacionales de seguridad; entonces, ¿por qué tenéis miedo?" a recibir aviones iraníes, dijo durante las protestas del sábado el vicepresidente del Consejo Político de Hizbulá, Mahmud al Qamati.

"Es una sumisión a las amenazas y dictados israelíes", aseveró Qamati en un discurso durante la manifestación.

Por su parte, el responsable de Medios de Hizbulá en Beirut, Abu Hadi Kareem, desvinculó a su grupo de los disturbios del viernes, en los que fue atacado el convoy de la FINUL, al afirmar que "salimos en público y de forma pacífica y no participamos en disturbios de noche".

"Nuestro mensaje es que no somos débiles y no permitiremos injerencias israelíes ni estadounidenses (...), no permitiremos humillar la dignidad de este país", añadió Kareem en declaraciones hechas durante las protestas al canal de televisión Al Manar, portavoz de Hizbulá.

Ante esta situación, el primer ministro libanés, Nawaf Salam, afirmó que su Gobierno ha "ofrecido enviar dos aviones de (la aerolínea estatal libanesa) Middle East Airlines para repatriar a los libaneses de Teherán", esperando aparentemente un acuerdo en este sentido con las autoridades iraníes.

"Sí no se puede llevar a cabo esta medida, el Estado libanés se compromete a garantizar su regreso a sus expensas" a través de aerolíneas de otros países, dijo Salam tras reunirse este sábado con el presidente libanés, Joseph Aoun, para estudiar la situación, según un comunicado del Consejo de Ministros.

El jefe del Ejecutivo advirtió, no obstante, de que "la seguridad del aeropuerto está por encima de todo", y su Gobierno no tolerará "ninguna violación de su seguridad".

El ministro de Interior del Líbano, Ahmed al Hayar, anunció hoy por su parte que "más de 25 personas han sido detenidas" tras los disturbios del viernes.

"Se encuentran bajo investigación del Servicio de Inteligencia del Ejército libanés (...); y otra fue arrestada por las Fuerzas Libanesas de Seguridad Interna", dijo Al Hayar a los periodistas en Beirut.

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