El primer ministro nipón buscará estrechar lazos con Trump pese al "America First"

Tokio, 6 feb (EFE).- El líder japonés Shigeru Ishiba viaja este jueves a Estados Unidos para reunirse el viernes con el presidente de este país, Donald Trump, con el objetivo de poner en valor a Japón como socio comercial y aliado estratégico en defensa en el Pacífico, ante el proteccionismo y la política exterior de "America First" (América primero) que promueve el mandatario republicano.

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Ishiba será el segundo líder internacional que Trump recibe en visita oficial a Washington desde su investidura el pasado 20 de enero, tras haberse reunido con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo que subraya la importancia que tanto Japón como Estados Unidos conceden a sus lazos bilaterales.

La cita en Washington será también el primer cara a cara hasta la fecha entre ambos mandatarios, ya que Ishiba asumió el cargo el pasado octubre tras imponerse en las primarias del Partido Liberal Democrático y posteriormente ganar unas elecciones generales que dejaron a esa formación gobernando en minoría.

En busca de "una relación de confianza"

El principal objetivo nipón para la cumbre es "construir una relación personal de confianza" con Trump, según dijo hoy el portavoz del Ejecutivo, Yoshimasa Hayashi, en rueda de prensa.

Tokio aspira a que la cita permita estrechar la cooperación en materia de seguridad o económica, "con el fin de elevar el nivel de la alianza" a mayores cotas, según el portavoz.

En la cumbre prevista para el viernes en la Casa Blanca se espera que ambos líderes acuerden una declaración conjunta comprometiéndose a "abrir una era dorada de las relaciones EE.UU.-Japón", según adelantaron medios nipones.

El máximo referente para Ishiba en este sentido es el ex primer ministro nipón Shinzo Abe (2012-2020), fallecido en un atentado en 2022 y quien entabló una estrecha relación con Trump materializada en múltiples cumbres, partidas de golf y llamadas telefónicas y que permitió unas fluidas relaciones entre ambas orillas del Pacífico. Pero Abe era además el principal enemigo político de Ishiba dentro de su partido.

Proteccionismo, inversiones en IA e importaciones de gas

Se espera que Ishiba ensalce la importancia de Japón para la primera economía mundial al ser su principal inversor foráneo y uno de sus mayores socios comerciales, que no obstante deja un balance generalmente positivo para el lado nipón.

De este modo el líder nipón busca despejar la inquietud en Tokio por la posibilidad de que Trump vuelva a amenazar a Japón con aranceles para algunas de sus industrias, como ya hizo en su primer mandato, y por el impacto que tendrá para la economía nipona -sobre todo para los sectores del motor y los semiconductores- las tarifas comerciales que ha impuesto a China y a México, en el segundo caso suspendidas.

Ishiba recordará probablemente al titular del Despacho Oval que la firma nipona Softbank es una de las mayores inversoras globales en el sector de la inteligencia artificial y en concreto en firmas estadounidenses como OpenAI, y subrayará el papel que puede jugar Japón, sede de empresas clave de la industria de los chips, como aliado en la carrera tecnológica contra Pekín.

Según fuentes del Ejecutivo japonés, otra de las propuestas que llevará el primer ministro nipón será la de incrementar las compras de Japón a Estados Unidos de gas natural licuado, con vistas a incrementar los suministros energéticos del archipiélago, encarecidos a raíz de la invasión rusa de Ucrania.

Gasto en defensa y cooperación espacial y cibernética

Entre los temas más peliagudos en la agenda para la cumbre se sitúan la aportación nipona por acoger bases estadounidenses en su territorio, después de que Trump haya reclamado a algunos de sus aliados asumir más costes por ese despliegue, y el gasto nipón en Defensa.

Japón tiene previsto incrementar su presupuesto militar durante los próximos años hasta alcanzar un 2 % de su producto interior bruto para 2027, una cifra que podría no contentar a Trump, quien ha reclamado un nivel del 5 % para países miembros de la OTAN.

Aunque Tokio no forma parte de la alianza atlántica sí ha reforzado los lazos de forma significativa en los últimos años, y se ha comprometido a equiparar su gasto en defensa.

Asimismo, se espera que Trump e Ishiba reafirmen la voluntad compartida de "promover un Indopacífico libre y abierto", como se denomina la estrategia conjunta para contener el auge geopolítico de Pekín en la región.

Los dos líderes discutirán un refuerzo de la cooperación en materia de ciberseguridad y defensa en el espacio para hacer frente a los desafíos crecientes que representan China, Rusia y Corea del Norte en ambos campos, un punto que podría formar parte también de la declaración conjunta, según las fuentes citadas anteriormente.

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