En un comunicado emitido a última hora del sábado, la SADC, con sede en Gaborone, capital de Botsuana, condenó "inequívocamente este acto de agresión del M23" contra la misión, la SAMIDRC, el miércoles, que fue repelido durante dos días para frenar el avance de los rebeldes hacia Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte.
"La búsqueda de la expansión territorial por parte del M23 no hace más que agravar la terrible situación humanitaria y de seguridad ya existente en el este de la República Democrática del Congo, que ha dejado miles de muertos y ha obligado a millones de personas en Kivu del Norte, en particular mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidad, a huir de sus hogares", subrayó el bloque regional.
La SADC aseveró que las acciones del grupo armado constituyen una "clara violación del alto el fuego" acordado en agosto de 2024 mediante el Proceso de Luanda dirigido por el presidente de Angola, João Lourenço, en calidad de mediador de la Unión Africana.
La organización urgió a las partes en el conflicto a que cumplan "sus obligaciones en virtud del alto el fuego, exigiendo el cese inmediato de las hostilidades y las atrocidades perpetradas por el M23, así como la retirada incondicional de todas las posiciones ocupadas".
Siete soldados sudafricanos y tres malauíes de la SAMIDRC murieron en los combates con el M23, confirmaron este sábado los gobiernos de esos países.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte, y en marzo de 2022 el grupo empezó una ofensiva con la captura y pérdida recurrentes de localidades.
Desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes hasta situarse cerca de Goma.
La ciudad, de unos dos millones de habitantes, es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y ya fue ocupada por el grupo durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco.