Según un comunicado del Ejército sudanés, "el mercado central en Al Fasher ha sido escenario la mañana de este domingo de un ataque violento por parte de la milicia con un cañón Hawtzer, lo que causó el martirio de diez ciudadanos y heridas a otros 30".
En la nota, las Fuerzas Armadas calificaron lo ocurrido como "crimen de lesa humanidad" y pidió que las FAR sean clasificadas como "grupo terrorista", mientras que el presidente del Consejo Soberano, Abdelfatah Al Burhan, afirmó que "no hay negociaciones ni reconciliación" con los paramilitares que se rebelaron contra el orden establecido en el país.
Esta mañana, Al Burhan visitó el cuartel general de la Comandancia de las Fuerzas Armadas en Jartum, el principal cuartel militar de la capital sudanesa, liberado hace tan solo dos días del asedio de los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) que comenzó con el estallido de la guerra.
La guerra en Sudán comenzó en abril de 2023 tras el fracaso de las negociaciones para integrar a los paramilitares en el Ejército en el contexto de una transición política en el país tras el derrocamiento del entonces presidente Omar al Bashir en 2019.
Tanto el Ejército como los paramilitares han sido acusados de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad durante el transcurso del conflicto que provocó la muerte de decenas de miles de personas, mientras que otras más de 14 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares dentro y fuera del país por la violencia.