“Los cambios que se han producido en relación con los derechos de la mujer no tienen que ver con el empoderamiento de la mujer, sino que son meros cambios para ajustarse a la visión económica de 2030, por lo que han hecho todo lo necesario para que esta visión sea atractiva”, afirma a EFE Lina al Hathloul, responsable de supervisión y defensa en la ONG de Arabia Saudí ALQST.
Lina es hermana de Loujain al Hathloul, una figura emblemática del movimiento por los derechos de la mujer en Arabia Saudí que desafió abiertamente la antigua prohibición de conducir a las mujeres y ha pedido sistemáticamente el desmantelamiento del sistema de tutela masculina. Pero fue arrestada en mayo de 2018 y estuvo más de mil días en prisión.
Aunque ya está en libertad, sigue en el país bajo una “prohibición de viajar”.
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Las activistas detenidas
Además de Loujain al Hathloul, hay otros nombres de defensoras de derechos de la mujer que fueron detenidas en una amplia campaña de arrestos en 2018, entre ellas Samar Badawi, Nassima al Sada, Nouf Abdulaziz, Maya’a al Zahrani, Iman al Nafjan, Aziza al Yousef, Amal al Harbi, Ruqayyah al Mharib, Shadan al Anezi, Abir Namankni y Hatoon al Fassi.
Aunque ahora todas están fuera de la cárcel, su vida sigue bajo control de las autoridades saudíes y mantienen un bajo perfil para evitar el riesgo de ser detenidas de nuevo en virtud de la legislación contra la ciberdelincuencia por su labor en favor de los derechos humanos.
A la mayoría de ellas se les impuso una prohibición de viajar, pero aunque, al igual que a Loujain, el tiempo oficial de la prohibición ya ha expirado, siguen sin poder salir fuera del reino.
“La prohibición de viajar a mi hermana es ahora ilegal, ahora su prohibición es indefinida y no sabe por qué, ni cuándo podrá salir del país. Es muy frustrante”, indica Lina, y añade que ya no sólo Loujain es el objetivo, sino que es blanco de las autoridades saudíes toda la familia, que vive “bajo constante temor” simplemente por el hecho de que ella es una defensora de los derechos de las mujeres.
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Pese a la liberación de estas activistas, hay otras dos que siguen arrestadas en Arabia Saudí.
Una de ellas es Manahel al Otaibi, una entrenadora física e influencer que utilizó su plataforma para reivindicar los derechos de las mujeres, tuiteando bajo etiquetas feministas como #EndMaleGuardianship (“fin a la tutela masculina”) y desafiando el código de vestimenta oficial saudí publicando fotos suyas sin abaya, la túnica que tradicionalmente cubre el cuerpo de las saudíes.
Al igual que ocurrió con Loujain, la familia de Manahel ha denunciado torturas en la prisión.
También está Salma al Shehab, una activista saudí, higienista dental y estudiante de doctorado de la Universidad de Leeds (Reino Unido) que utilizó las redes sociales para defender los derechos de las mujeres y de los activistas saudíes de derechos humanos encarcelados.
La semana pasada, un tribunal redujo la sentencia de 27 años -una de las condenas más largas impuestas a un activista pacífico- a cuatro años, con otros cuatro en libertad provisional, “un paso significativo para corregir un grave error judicial en un caso que ha suscitado la atención y la condena mundiales, en medio de la represión generalizada de la disidencia pacífica y la libertad de expresión en Arabia Saudí”, según denunciaron las oenegés.
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Cambios, pero para que los vea el mundo
Lina se pregunta si Mohamed bin Salmán (MBS) “promueve los derechos de las mujeres, ¿por qué arrestarlas?. Estos cambios y apertura se hicieron claramente para la Visión 2030, para el aspecto económico”.
La Visión 2030 fue lanzada por MBS para diversificar la economía del reino, fuertemente dependiente de los hidrocarburos, lo que incluía una apertura al turismo de un país que estaba cerrado.
Aunque algunos cambios sí han ayudado a las mujeres saudíes, todavía siguen sometidas a un sistema de tutela masculina.
Lina apunta que muchas personas “no ven o no quieren saber” lo que ocurre con las mujeres en Arabia Saudí, país que paga a ‘influencers’ para mostrar la realidad que quieren que el mundo vea, concluye.